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Con la confirmación de Xabi Alonso como nuevo entrenador del Real Madrid, el club blanco inicia una etapa que, más que una transición, promete ser una evolución. El técnico tolosarra, forjado en la exigencia del fútbol de élite, regresa a la casa blanca en donde ha obtenido todo como jugador. Ahora desde el banquillo, cargado de expectativas, ideas modernas y el peso de una herencia ganadora que no perdona ningún tipo de titubeo.

ADN madridista, conocimiento profundo y autoridad natural

Xabi Alonso no es un técnico cualquiera y está muy bien apuntado por Florentino Perez como reemplazante de Carlo Ancelotti.

Es un ex jugador con pasado madridista, campeón de Europa con el club y pieza clave en la era de José Mourinho y de Carlo Ancelotti. Uno de los puntos clave es que conoce los códigos del vestuario blanco, sabe lo que representa vestir esa camiseta y ha vivido la presión de los grandes escenarios.

¿Cómo ha sido el post retiro de Xabi Alonso?

Desde su retiro como futbolista en el Bayern de Múnich, Alonso no ha perdido el tiempo. Tras formarse en las categorías inferiores del Real Madrid como técnico, dio un paso valiente al aceptar el reto del filial de la Real Sociedad, y posteriormente firmó una campaña histórica con el Bayer Leverkusen.

¿Cuáles fueron las principales características del Leverkusen de Xabi Alonso?

En el Leverkusen no sólo rompió la hegemonía del Bayern en la Bundesliga, sino que lo hizo con un estilo reconocible: presión alta, circulación fluida y compromiso colectivo. Todo con una plantilla que, sin ser de superestrellas, respondía con precisión quirúrgica a su propuesta.

Esa capacidad para elevar el rendimiento de sus equipos es, precisamente, uno de los puntos que más ilusiona al madridismo. El club necesita un entrenador capaz de mantener el nivel competitivo, pero también de formar, exigir y adaptar, algo que Alonso ha demostrado con creces.

Un vestuario lleno de talento

Uno de los mayores retos que enfrentará Alonso será la gestión del vestuario. No hablamos de un equipo cualquiera, sino del Real Madrid, con figuras consagradas, jóvenes en ascenso y una plantilla que, en términos de talento, probablemente sea la más completa del continente.

Figuras como Jude Bellingham, Vinícius Jr., Rodrygo y Eduardo Camavinga han crecido bajo el ala de Ancelotti, quien supo dosificar y guiar. Ahora, el turno es de Xabi Alonso, quien deberá imponer su estilo sin desestabilizar la armonía. Para ello, tendrá que equilibrar su autoridad natural con una buena dosis de empatía y lectura emocional, algo que ya demostró dominando un vestuario multicultural como el del Leverkusen.

Un modelo de juego reconocible

Si algo distingue a los equipos de Xabi Alonso es su estructura táctica. En Alemania utilizó con frecuencia un 3-4-3 flexible, donde los carriles largos y la presión adelantada eran fundamentales. A esto se sumaba una transición ofensiva veloz, pero con paciencia en la circulación cuando era necesario.

¿Es ese sistema trasladable al Real Madrid?

No exactamente, pero los principios sí lo son. Alonso es un técnico adaptable. No sacrifica la identidad del equipo por capricho, pero sí busca que todos los jugadores entiendan su rol dentro del sistema. Con jugadores como Valverde, Tchouaméni, Arda Güler o Brahim Díaz, el abanico de opciones tácticas es muy amplio. Todo indica que su Real Madrid será intenso sin la pelota y vertical cuando la recupere.

La herencia de Ancelotti: entre el legado y el desafío

Sustituir a Carlo Ancelotti no será tarea sencilla. El técnico italiano logró que las apuestas al Real Madrid sean fijas durante todo su mandato, y dejó una huella imborrable: varias Champions League, múltiples Ligas y una comunión casi perfecta con la afición y el vestuario. Sin embargo, Xabi Alonso no llega a borrar nada, sino a construir desde esa base.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta Xabi Alonso?

El reto está en mantener la competitividad sin perder frescura, en renovar sin romper. Ancelotti, maestro del equilibrio, confió en veteranos como Modric, Carvajal y Kroos mientras daba paso a las nuevas generaciones.

Expectativas en la Champions y LaLiga

Como siempre, en el Real Madrid todo se mide por títulos. La afición puede tener paciencia, pero no indulgencia. La Champions League es una exigencia, no un objetivo a largo plazo. Y la Liga, una obligación.

Xabi Alonso lo sabe. No viene a experimentar ni a construir a cinco años. Llega con una misión clara: ganar. Su experiencia internacional, su mirada moderna y su hambre de gloria pueden ser los ingredientes ideales para devolver al Madrid un estilo dominante sin perder su tradicional instinto competitivo.

En LaLiga, deberá superar a una competencia que no cede: el Barça buscará revancha con un nuevo proyecto, el Atlético seguirá siendo un rival incómodo y otros equipos como el Athletic que está en pleno auge.