MENÚ

210.000 euros para la restauración ambiental de la cantera de El Jaralón
Este enclave se ubica en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
Regional |

La Comunidad de Madrid ha invertido 210.000 euros en la restauración ambiental de la cantera de El Jaralón, ubicada en la zona de La Pedriza, en el municipio de Manzanares El Real. Los trabajos realizados, que se engloban en el Plan de Actuaciones del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (PNSG), se han centrado en recuperar los perfiles originales de la montaña, regenerar la cubierta vegetal y retirar diversos tipos de residuos que suponen un fuerte impacto en el paisaje.

La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, ha visitado hoy la zona, en la que se han demolido casetas y muros, retirado escombros y hecho movimiento de tierra para que el suelo vuelva a ser un terreno apto para la vegetación plantando 3.000 árboles y arbustos.

Se trata de trece especies, entre ellos ocho específicos de ribera, como robles, encimas, arces, abedules, sauces, álamos o temblones, y también veinticuatro tipos de arbustos y matorrales, como lavandas, jaras, retamas, madreselvas o gayubas. Además, se ha adecuado una de las construcciones donde habita una colonia de murciélagos y construido muros para frenar la escorrentía y la erosión.

La cantidad restante se ha destinado a un nuevo proceso de revegetación

La consejera ha afirmado que “gracias a estas labores hemos mejorado una zona enmarcada en un entorno protegido que recibe cada año 2,5 millones de visitas. Un trabajo que ayuda a conservar la naturaleza para que todos los madrileños puedan disfrutar de ella”.

De estos 210.000 euros, hasta el momento se han invertido un total de 119.000 en el movimiento de tierras, 32.000 en el cerramiento y 21.000 en la primera fase de plantaciones. La cantidad restante se ha destinado a un nuevo proceso de revegetación.

En el diseño de las intervenciones se han tenido en cuenta los condicionantes biológicos, hidrogeológicos y paisajísticos existentes para garantizar que un enclave tan sensible y valioso como este no sufra ningún impacto negativo en el trascurso de las mismas. Asimismo, se han ajustado las épocas de realización de los trabajos a los ciclos biológicos de las especies que habitan y crían en la zona.