El presidente del Partido Popular ya ha encontrado reacciones a su recién presentado Plan Nacional de Inmigración. La portavoz del Gobierno de España considera que las frases que ha pronunciado Alberto Núñez Feijóo en la presentación de su estrategia “son tan huecas como preocupantes y falaces”. Pilar Alegría detecta “un tufo xenófobo muy preocupante” en el discurso que mantiene el PP en materia de inmigración y acusa a Feijóo de haber “olvidado el país en el que vivimos y su historia”.
En palabras de la portavoz del Gobierno central, “en estos años han llegado a España más de dos millones de migrantes que han mejorado la posición económica y laboral de nuestro país”. Alegría insiste en que, “en numerosos ámbitos, encontramos a personas de fuera de nuestras fronteras que mejoran nuestro mercado laboral”, al tiempo que hace un llamamiento para dejar de “criminalizar y generar una imagen injusta de las personas que vienen a nuestro país a labrarse un mejor futuro”.
Feijóo defiende una estrategia que pase por entender la nacionalidad como algo que "no puede ser un mero trámite administrativo". El popular cree que la nacionalidad española “no se regala, se merece”, puesto que la entiende como "un reconocimiento a quienes han demostrado, con hechos, su voluntad de integrarse". El líder de la oposición aclara que esto no pasa por “criminalizar a nadie”, sino por no mantener siempre las puertas abiertas para “dejar entrar de cualquier manera”. “A quienes vengan a alterar nuestra convivencia: aquí no sois bienvenidos”, ha dicho Feijóo, insistiendo en que España “es una nación abierta y firme, convencida de la que diversidad cultural no puede arrastrarnos a la fragmentación cultural”.
El Partido Popular plantea un visado por puntos que se apoye en el empleo como punto de partida y puerta de entrada a España, “con contratación en el origen”. Además, las prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital irán ligadas “a la búsqueda de empleo”, mientras que la residencia de larga duración se asociará “al trabajo y el esfuerzo”. Plan Nacional de Inmigración plantea premiar a aquellos países que colaboren “en los procedimientos de expulsión y retorno” con mayores oportunidades. Por ello, propone “revisar los acuerdos con terceros países y el sistema de cuotas” y centralizar las competencias de inmigración en una autoridad única, “frente a los cinco ministerios actuales”.