El día después de una ruptura siempre se hace bola y si, además, es vox pópuli el resto espera las reacciones de las partes implicadas. Ayer vimos a un Carles Puigdemont decidido a terminar su relación con el PSOE de Pedro Sánchez, pero el Gobierno de España todavía habla de las “subidas y bajadas” que tienen todas las relaciones.
Así lo ha planteado su portavoz, asegurando que el Ejecutivo central seguirá “con la misma tónica de diálogo y mano tendida”. “Vamos a seguir hasta 2027”, ha asegurado Pilar Alegría, convencida de que esto “ha sentado bien a nuestro país y, por supuesto, a Cataluña”. "Con esta pluralidad parlamentaria llevamos conviviendo desde la pasada legislatura y vamos a seguir operando con los mismos mecanismos", insiste la portavoz del Gobierno de España.
Félix Bolaños añade que “este Congreso nació complejo y fraccionado” porque así lo “votaron los españoles”. El ministro de Presidencia declara que “este Congreso responde a la pluralidad de nuestro país” y que, por parte del Gobierno, se va a “hacer lo mismo que la primera mitad de legislatura” con el objetivo de “alcanzar acuerdos con fuerzas parlamentarias para conseguir mayorías y sacar adelante la agenda legislativa” del Ejecutivo que encabeza Pedro Sánchez.
En el momento del anuncio de la decisión de Junts, Puigdemont dibujaba un futuro complicado para el Gobierno de España sin los siete votos de su formación. “No podrá recurrir a la mayoría de la investidura ni aprobar unos presupuestos”, decía el de Junts, convencido de que “podrán ocupar poltronas, pero no gobernar”. Sin embargo, la portavoz del Gobierno ha asegurado que van a “trabajar sin descanso y a sudar la camiseta para sacar adelante unos presupuestos". De hecho, adelanta que “el proyecto de presupuestos está muy avanzado” y que “un capítulo muy importante” de estas futuras cuentas será el dedicado a las políticas sociales, “poniendo especial atención en la vivienda”.