El plan de retirada del amianto de la red subterránea de Metro de Madrid se puso en marcha en febrero de 2018. Actualmente de las 55 estaciones afectadas, se ha logrado sanear completamente 12 estaciones.
La inversión total está presupuestada en 140 millones de euros, y el plazo fijado es hasta 2025. El presupuesto utilizado actualmente ha sido de 26 millones y se estima que se ha retirado el 20% de las piezas detectadas.
Las estaciones libres de amianto según informan son las de Suanzes, Canillejas, Torre Arias, Príncipe de Vergara, Gran Vía, Pavones, Portazgo, Avenida de la Paz, Pirámides, Campamento, Las Musas y Vinateros.
Aún continúan los controles y revisiones médicas de los trabajadores del suburbano para detectar si sufren enfermedades relacionadas con la exposición al amianto. Hasta el momento, son cuatro los casos de trabajadores de la compañía con enfermedad profesional como consecuencia de su exposición a fibras procedentes del amianto, de los cuales dos han fallecido (uno de ellos murió el 24 de mayo y otro el 4 de octubre de 2018).
Las estaciones libres de amianto según informan son las de Suanzes, Canillejas, Torre Arias, Príncipe de Vergara, Gran Vía, Pavones, Portazgo, Avenida de la Paz, Pirámides, Campamento, Las Musas y Vinateros.
Por otra parte, el portavoz del Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid, Juan Antonio Ortiz, manifiesta su descontento con la empresa: “asegura que lo único que está haciendo la dirección de la empresa es vender humo con este plan, puesto que gran parte de los 140 millones están destinados, en realidad, a remodelar las estaciones”.
El secretario general de CCOO en el Metro de Madrid, Juan Carlos de la Cruz, opinaba que el proceso de retirada de amianto iba muy lentamente.
La Fiscalía de la Comunidad de Madrid abrió en marzo una investigación penal por un posible delito contra los derechos de los trabajadores de Metro.