Así, a la ligera, alguien pudiera pensar que este título está tomado de una película de héroes y villanos de la mitología griega o romana en su lucha con los enfurecidos dioses. Pero no es exactamente así. Mi intención no es escribir un artículo sobre la épica grecolatina, aunque sí sobre los dioses caprichosos y egoístas. Mejor dicho, intentaré, con un poco de humor, escribir sobre ciertas personas enroladas en la política local que, sintiéndose acariciados por un soplo divino, actúan ante los ciudadanos de a pie con talante distante y egoísta, provocando la ira del pueblo.
Esos idearios engreídos por parte de algunos políticos se corresponden, la mayoría de las veces, con actuaciones desproporcionadas, vanidosas e irrisorias. Les pido a Ustedes un fácil ejercicio de humor y chispa mental, porque, con toda seguridad, van a entretenerse un rato mientras leen este artículo.
Los tres dioses más importantes de la mitología griega: Zeus, Poseidón y Afrodita. Los tres dioses más importantes de la mitología romana: Júpiter, Neptuno y Venus. Los tres (semi)dioses más importantes del Ayuntamiento tricantino: Moreno, Juárez y Elisa.
No entraré a describir los atributos y proezas de los dioses mitológicos (todo eso lo tenemos en internet); sin embargo, sí me apetece mencionar algunas peculiaridades y hazañas de nuestros tres (semi)dioses locales
Los tres tienen en común que, aunque están domiciliados en Tres Cantos, viven en el paraíso; es decir, el pueblo llano no les cala
Los tres tienen en común que, aunque están domiciliados en Tres Cantos, viven en el paraíso; es decir, el pueblo llano no les cala. Y como deidades que son, no saben valorar las cosas pequeñas y cercanas a los ciudadanos, solo las que son monumentales y tremendas.
Moreno no admite argumento ni consejo alguno fuera de su constante espejismo y endiosamiento. Estaría toda la eternidad sacándose fotos. Es caprichoso y megalómano. Ejemplo: los proyectos Paraninfo, Metropolitan Park y Madrid Content City, más propios del Olimpo que de la tierra, es decir, más fantasiosos y noveleros que la propia mitología.
Juárez es hosco, huraño y poco sociable. Las obras públicas de dilatado coste y duración le seducen más que la bóveda celeste. Ejemplo: las insufribles reestructuraciones y reformas en aceras, parques y avenidas. Cuantas más, mejor. Aborrece las tareas de conservación y mantenimiento porque las identifica con los humanos de buena voluntad.
Elisa es voluble, insegura, posesiva y arbitraria. Solo una deidad podría disponer de siete u ocho caras distintas y conjuntar todas ellas al mismo tiempo. De acciones improvisadas e irreflexivas, gusta de lo desmedido y teatral. Ejemplo: los varios kilómetros de moqueta roja con la que revistió las tres principales avenidas de Tres Cantos con el objetivo de… posicionarse entre los dioses.
Las verdaderas divinidades del Olimpo acuñaron hace siglos una frase inmortal para definir los deseos de cada uno de estos tres semidioses.
Para Moreno: “Burro grande, ande o no ande”. Para Juárez: “Obras son amores y no buenas razones”. Para Elisa: “El tamaño sí importa”.
El pueblo intentará mover ficha, pero no estoy seguro de que puedan cosecharse grandes proezas.
Al fin y al cabo, las divinidades son las que nos eligen a nosotros.