La vicesecretaria de Regeneración Institucional del Partido Popular ha criticado el “empecinamiento de García Ortiz por mantenerse fiel y al servicio de Sánchez” como fiscal general del Estado. Cuca Gamarra cree que esta situación “arrastra al Ministerio Fiscal al banquillo de los acusados”, a pesar de ser “la institución que está llamada a perseguir el delito”.
“De perseguir el delito a, presuntamente, haberlo cometido”, dice la diputada del PP, insistiendo en que “arrastrar la toga del Ministerio Fiscal al banquillo de los acusados es un absoluto abismo en la degeneración y la degradación de nuestra justicia”. Gamarra considera que estamos ante el despliegue de “una imagen de degeneración democrática e institucional que refleja lo que significa el sanchismo”.
“El fiscal general del Estado está todavía a tiempo de evitarlo si dimite, aunque sea en el último minuto, antes de que se inicie el juicio oral”, decía Cuca Gamarra al tiempo que recodaba que García Ortiz iba a ser juzgado por, presuntamente, “haber cometido delitos vulnerando los derechos fundamentales de un ciudadano y, además, haberlo hecho en el ejercicio de su cargo”. Para la vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP el objetivo que responde a estos hechos “de máxima gravedad” pasa por “la persecución de un adversario político por parte del presidente del Gobierno”.
Lo cierto es que el juicio a Álvaro García Ortiz en el Tribunal Supremo ya ha comenzado. Del 3 al 13 de noviembre, estará sentado en el banquillo, pero no será hasta la última de las sesiones cuando declarará ante el juez. Sobre el fiscal general del Estado pesa la acusación de una presunta revelación de secretos por la supuesta filtración de un correo del abogado de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. En ese email figuraban datos personales del novio de Isabel Díaz Ayuso y de la situación en la que se encuentra el propio González Amador, investigado por presunto fraude fiscal.
“Dimitiendo no arrastraría al banquillo a la Fiscalía General del Estado, sumiéndola en una profunda crisis de credibilidad ante la sociedad española a la que debe servir”. Así planteaba su reflexión Gamarra, a escasas horas de comenzar el juicio y añadiendo que García Ortiz debe elegir “entre Pedro Sánchez y el Ministerio Fiscal, entre Pedro Sánchez y la imparcialidad del Ministerio Fiscal al servicio de los españoles”. Una elección que, a juicio de la diputada, solo podía tomarla “dimitiendo”.