Pedro Sánchez se aferra al "peligro" de una coalición del Partido Popular y VOX para defender su permanencia en el Gobierno de España. El presidente y líder del PSOE ha comparecido ante los medios para exponer las medidas que han planteado tras la comisión ejecutiva federal y, de paso, asegurar que no va a dimitir ni habrá un adelanto electoral por la "supuesta corrupción de unos pocos".
Sánchez ha comenzado su intervención remarcando que son unos días "difíciles" para la "familia socialista", un partido que "está limpio" y cuyo "único" frente abierto es, en palabras del presidente, la presunta trama de corrupción que ha adoptado el nombre de 'Caso Koldo', del cual "todavía no hay sentencia".
En este sentido, el líder socialista ha adelantado los puntos que han acordado en la comisión ejecutiva federal, siendo el primero de ellos expulsar del partido a José Luis Ábalos, ex ministro y ex secretario de Organización del partido, implicado en la trama anteriormente mencionada. Mientras que Santos Cerdán, otro de los que, según aparece en el último informe de la UCO, participó en el 'Caso Koldo, ha entregado su acta de diputado en el Congreso y se ha dado de baja como militante del PSOE de forma "voluntaria".
La segunda medida que ha expuesto el presidente es la elaboración de una auditoría externa que examine las cuentas del partido, una propuesta que ya expuso la semana pasada. "El PSOE es el partido con los niveles de transparencia más elevados del país", ha destacado Sánchez, recordando que esta auditoría la harán de forma voluntaria, ya que no hay ninguna norma que lo exija.
El tercer punto que ha saltado a la palestra es la reorganización de la Secretaria de Organización del Partido Socialista, órgano que se ha visto afectado por la Trama Koldo. La comisión ha acordado que, hasta la celebración del Comité Federal del próximo 5 de julio, esta Secretaría será asumida por una dirección colegiada liderada por tres personas, la presidenta de la Organización, Cristina Narbona, el responsable de Calidad Democrática y Transparencia, Borja Cabezón, y la secretaria general del PSOE en el Congreso, Monche Mínguez. Los tres serán apoyados por la gerente Ana Fuentes.
Sánchez también ha asegurado que rendirá cuentas de lo ocurrido en el Congreso de los Diputados “en la primera fecha disponible”. Además, el socialista se reunirá a lo largo de esta semana con todos los partidos que apoyaron su investidura para escuchar sus propuestas y adoptar "las útiles", una concatenación de encuentros cuyo objetivo es mantener el "Gobierno progresista" frente a un liderazgo del Partido Popular y VOX.
El presidente ha dejado claro que no habrá adelanto electoral, porque “no vamos a romper la estabilidad de España para ponerlo en manos de la peor oposición que ha tenido la democracia de este país”. Es más, Sánchez ha invitado al líder de la oposición y a Santiago Abascal a presentar una moción de censura si consideran que tiene que haber un cambio de Ejecutivo, porque "lo democrático no es hacer dimitir a un rival político".
Así mismo, el líder socialista no se plantea dimitir por los "presuntos casos de corrupción que afectan a unos pocos". El presidente considera que, al igual que no se ha pedido la dimisión de otros dirigentes autonómicos que están envueltos en investigaciones judiciales o, a su parecer, han hecho una mala gestión frente a las catástrofes, él no va a irse.