El 14 de diciembre de 2020, las autoridades del Reino Unido informaron a la OMS de que se había identificado una nueva cepa variante del SARS-CoV-2 mediante secuenciación genómica viral. Esta variante se denomina SARS-CoV-2 VUI 202012/01.
Los análisis iniciales indican que la variante puede propagarse más fácilmente entre las personas. Se están llevando a cabo investigaciones para determinar si esta variante está asociada con algún cambio en la gravedad de los síntomas, la respuesta de los anticuerpos o la eficacia de la vacuna.
La variante se detectó en el marco de una investigación epidemiológica y virológica iniciada a principios de diciembre de 2020, tras un aumento inesperado de los casos de COVID-19 en el sudeste de Inglaterra.
Según los informes preliminares procedentes del Reino Unido, esta variante es más transmisible que los anteriores virus en circulación y supone un aumento estimado de entre el 40% y el 70% en la transmisibilidad.
La cepa británica en España y sus síntomas
Actualmente supone entre un 5% y un 8% de los casos, pero Sanidad prevé que a finales de febrero o a principios de marzo se convierta en la cepa predominante al abarcar el 50% de los casos activos en todo el país.
Según recoge 20Minutos, un reciente estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido (ONS, por sus siglas en inglés) ha publicado una serie de características compatibles con esta variante del virus más contagiosa:
- No se han observado diferencias en los síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, náuseas o diarrea), dificultad para respirar o dolores de cabeza.
- Las mayores diferencias en los síntomas se encontraron en tos, dolor de garganta, fatiga y mialgia (dolor muscular).
- Menor proporción de una pérdida del gusto y el olfato.
En concreto, un 35,11% de los sujetos analizados reconoció haber tenido tos, un 32,46% tuvo fatiga, un 25,03% ha padecido mialgia, y un 21,88% ha tenido dolor de garganta.