Miles de jueces, fiscales y civiles se concentraron el pasado sábado, 28 de junio, frente al Tribunal Supremo para pedir al Gobierno de España que frente el proyecto de reforma del Poder Judicial. Entre los carteles no solo se transmitió la petición de ayuda a Europa, sino que se pudieron leer mensajes contra el propio presidente del Gobierno, "Pedro Sánchez is a dictator".
Son cinco de las siete asociaciones judiciales existentes las que llevan reclamando desde hace meses la eliminación de los proyectos de reforma del Poder Judicial y del Ministerio Fiscal. En el comunicado, los magistrados aseguraban, además, que las concentraciones no eran ni partidistas ni ideológicas, sino una "llamada en defensa" de una Justicia "libre, imparcial y al servicio de todos los ciudadanos". Porque "sin un Poder Judicial independiente no hay derechos seguros" ni democracia, aseguraban.
La presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura, la agrupación mayoritaria de jueces del país, destacó ante los presentes que "como jueces y fiscales españoles y Europeos no podemos callarnos". Así lo aseguro María Jesús del Barco denunciando, además, que "la acumulación de todos los poderes en unas mismas manos da lugar a la tiranía. Sin independencia judicial no hay Democracia real".
Por su parte, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, también se pronunció acerca de la concentración convocada frente al Tribunal Supremo. Si bien es cierto que el ministro quiso destacar su respeto hacia los manifestantes y hacia aquellos que habían decidido no participar, también condenó algunos de los supuestos insultos que se habían proferido contra el presidente del Gobierno.
Además, Bolaños volvió a defender las reformas planteadas desde su Ministerio asegurando que, lejos de atacar a la independencia judicial, se contemplaban becas para acceder a la carrera judicial y un aumento del número de jueces. "Pido por favor que se lean el Proyecto de Ley para comprobar que los motivos de la concentración de hoy son infundados", reclamó el ministro.