Para este nuevo procedimiento han intervenido dos innovaciones cardiovasculares: un nuevo equipo de ecografía ultrasonidos y un catéter de ecografía 4D. La calidad de imagen superior y las mediciones avanzadas asistidas por Inteligencia Artificial mejoran significativamente la precisión diagnóstica y los resultados de los pacientes. Se trata de un abordaje innovador y exclusivo que, además, permite realizar más procedimientos, más seguros, con menor coste, y con mejoras asistenciales y físicas para los pacientes.
En este sentido, explica la Dra. Covadonga Fernández-Golfín, jefe de Sección de Imagen Cardiovascular del Servicio de Cardiología, “es esencial disponer de las técnicas de imagen, porque somos los ojos del cardiólogo intervencionista”. “Todo el implante y todo el control –añade esta doctora- para asegurarnos que la prótesis está bien colocada, que se va a desplegar bien, que no va a haber ninguna complicación y que va a funcionar bien, se tiene que hacer guiado por imagen”.
Por su parte, la Dra. Luisa Salido Tahoces, médico adjunto de la Sección de Cardiología intervencionista, puntualiza que “hay casos donde la imagen usando la técnica habitual de ecocardiografía transesofágica es muy mala por la presencia de prótesis metálicas o marcapasos y resulta muy difícil visualizar el lugar del implante, por dicho motivo, hay que utilizar métodos más innovadores como la ecografía intracardíaca 4D”.
“La evolución es mucho mejor en el sentido de que la intervención es menos agresiva, con lo cual permite una recuperación más rápida del paciente”, concluye la Dra. Ariana González-Gómez, directora de la Clínica Valvular del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal.