No corren buenos tiempos para Valdemoro. Hace años la garra de Púnica desgarró nuestra ciudad dejando profundas heridas para muchos años en forma de deuda, de falta de servicios y de una administración ineficaz y rendida, en sus pilares básicos, a una trama corrupta que fue desactivada en 2014 pero no desorganizada. Este mismo mes hemos visto como se imputaba a nuevos técnicos del Ayuntamiento.
Ante esta situación se requería una acción de gobierno decidida y valiente, pero durante todo este periodo 2015-2022, los diferentes Gobiernos no han querido, o no han sabido coger el toro por los cuernos, con la pequeña excepción del corto periodo del gobierno de coalición progresista 2017-2019, pequeño oasis en el desierto, en el que se dieron pasos para restaurar el patrimonio saqueado, se estabilizaron las cuentas del Ayuntamiento y se desterraron de Valdemoro contratos Púnicos como el de Cofely.
Podíamos hablar largo y tendido de la torpeza de los Gobiernos de Ciudadanos, especialmente del actual. Cada vez que hablan de bloqueo de la oposición no hacen sino mostrar al valdemoreño su debilidad y su incapacidad para llegar a acuerdos, lo cual debería ser suficiente para dejar la dirección de nuestra ciudad de inmediato, pero prefieren el desgobierno de Valdemoro a perder sus asientos ante la certeza de que no tienen ningún futuro político.
No corren buenos tiempos para Valdemoro. Porque lo importante, al fin y al cabo, no es este juego político de egoísmo y desconsideración, sino las consecuencias del mismo, sufridas por los vecinos y vecinas día a día.
La incapacidad del Gobierno de Ciudadanos se traduce en falta de limpieza y de un servicio de recogida de basuras digno, en el aumento de delitos y de la inseguridad ciudadana, en la falta de servicios y mantenimiento en los colegios públicos….
La inacción y falta de decisión del actual Gobierno, ahonda en la falta de instalaciones deportivas adecuadas
Desde las elecciones municipales de 2019, no sólo se han paralizado cualquier acción para recuperar el patrimonio y las instalaciones que la trama corrupta había saqueado, sino que se retoman y se dan alas a antiguos “negocios” como el de la construcción del crematorio en el barrio de la Estación.
Ha quedado demostrado que los Gobiernos de la derecha no han sido y no son buenos para Valdemoro, pero eso no es lo importante, porque sus atracos a la democracia y a nuestra ciudad lo terminarán pagando en los juzgados y en las elecciones. Lo grave es la desafección política que provocan en la gente, cuando la política es la herramienta de diálogo y de acuerdo más eficaz para cambiar las cosas y la única para que se tenga en cuenta al pueblo.
No corren buenos tiempos para Valdemoro. Hoy, como ayer, todavía pierden los vecinos y vecinas. Pierde la política. Pierde Valdemoro…. Nos queda el futuro.