Cuando amenazas como la del hombre del saco parecían estar quedando relegadas a tiempos pasados, el Partido Popular abraza la iniciativa de VOX para infantilizar a las mujeres en un intento de reeducarnos a través del miedo. El coco se disfraza ahora de síndrome postaborto para asustar a aquellas que deciden interrumpir voluntariamente su embarazo. Como toda buena leyenda, los supuestos efectos que causa el aborto en las mujeres prometen perseguirnos de por vida para recordarnos que un día decidimos no llevar a término un embarazo no deseado. La ultraderecha madrileña ha encontrado el respaldo del PP de Almeida en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, donde ha recibido luz verde la propuesta que una iluminada Carla Toscano se ha animado a defender “contra la propaganda salvaje del aborto y su éxito macabro”.
El hecho de que, en ciertos casos, un aborto pueda acarrear una serie de consecuencias tras su práctica, no implica que exista un síndrome que se desarrolla en todas las mujeres que toman la decisión de abortar. No existe un diagnóstico clínico que así lo indique ni, mucho menos, los supuestos efectos de los que habla VOX acompañan el resto de su vida a las mujeres que abortan. A pesar del escaso rigor y del halo de bulo en el que se enmarca la iniciativa de Toscano, el Partido Popular ha dado luz verde a la misma, consciente de que, de llevarse a la práctica tal como está planteada, sería obligatorio proporcionar información sobre un supuesto cuadro clínico que no está reconocido como tal.
¿Hasta que punto van a mermar la autonomía de las mujeres? Utilizar el miedo y el limbo científico para disuadirnos cuando tomamos una decisión fundamental para nuestras vidas presentes y futuras es violencia. La derecha se agarra al falso pretexto del derecho de las mujeres que se encuentran en esta situación a tomar una decisión informada, pero con solo echar un vistazo a la propuesta de VOX queda más que clara la intención con la que se presenta. No pueden prohibirnos abortar, pero sí ponérnoslo difícil, incluso recurriendo a bajas artimañas como esta.
Relacionar con el aborto problemas psiquiátricos o el alcoholismo deja entrever que es, precisamente, la derecha política la que adolece de la falta de ética y moral que dice echar de menos en quienes abogan por un aborto legal, seguro y gratuito para todas.