“Todo esto tiene un objetivo en España, que no es otro que seguir uniéndose a una declarada república plurinacional y revolucionaria a la que nos quieren llevar, rompiendo los puentes de manera unilateral para que no hablemos de la corrupción que rodea al presidente del Gobierno, a su familia y a su entorno político”. Estas son las conclusiones que Isabel Díaz Ayuso ha obtenido como resultado de la observación del agitado panorama político en el que la cancelación de la última etapa de La Vuelta acapara titulares.
“El Gobierno de la nación no puede jamás ser parte de un boicot revolucionario de un evento deportivo contra sus propias fuerzas del orden”, dice la presidenta de la Comunidad de Madrid, acusando al Ejecutivo de Sánchez de haber “enfrentado a los ciudadanos, poniendo en peligro a familias y deportistas”. Ayuso considera que lo sucedido el domingo fue muestra del uso de “la kale borroka por parte de Sánchez para mantenerse en el poder, […] un acto suicida para la nación entera”.
La presidenta regional considera que las protestas propalestinas que terminaron con la suspensión de la etapa final de La Vuelta “nos aíslan de Israel y de los asuntos más importantes, como son la seguridad, la defensa y presencia en el mundo”. Ayuso entiende que esta polémica no es más que “un poco más de oxígeno mediático para el presidente del Gobierno”, al que alerta de una realidad “que nos persigue a todos”. En este orden de cosas, la jefa del Ejecutivo madrileño ha adelantado que la Comunidad de Madrid estudiará el coste de lo ocurrido todo el fin de semana, a nivel de seguridad, económico y de la imagen que ha dibujado de Madrid y de España.
Isabel Díaz Ayuso ha acusado al Gobierno de España “de blanquear a Hamás y de reducir el drama de Oriente Próximo a lo que ha ocurrido en los últimos meses, a pesar de que es una cuestión de siglos”. La presidenta madrileña asegura que desde el Ejecutivo central se está “encumbrando a terroristas que usan de escudos humanos a sus mujeres y niños, mientras se demoniza a la única democracia de Oriente Próximo” con el objetivo de continuar con un “plan político totalitario”.