El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, y la ministra de Sanidad, Mónica García, han anunciado el inicio de la tramitación del Real decreto que regulará las comidas que sirven en los hospitales y residencias. Esta norma garantizará una alimentación saludable, nutritiva y sostenible para personas dependientes o con necesidades especiales que usan estos centros, y concibe la dieta como un aspecto fundamental para mejorar su recuperación y su calidad de vida.
Bustinduy y García han explicado que el proyecto de real decreto ha iniciado este jueves su andadura con la apertura del período de consulta pública, que permite a la ciudadanía, entidades sociales, sindicatos, organizaciones de consumidores, profesionales y personas usuarias de hospitales y residencias, entre otras, hacer aportaciones y comentarios para enriquecer la propuesta antes de la elaboración del proyecto normativo. El plazo de participación estará abierto hasta el 21 de junio de 2025.
Esta iniciativa llega apenas un mes después de la aprobación en Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, del Real decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles. Esta normativa ya aprobada establece unas frecuencias mínimas en los comedores de colegios e institutos para asegurar un mayor consumo de verduras, frutas y pescados frescos, y limitar las frituras, los precocinados, los alimentos procesados y los productos azucarados.
Ahora, el objetivo es aprobar un nuevo real decreto que garantice que todas las comidas servidas en los centros que atienden a personas dependientes o con necesidades especiales se asienten en las recomendaciones dietéticas de alimentación saludable y sostenible para todos los grupos de edad y ajustándose a los contextos pertinentes, siguiendo las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El sector público es responsable de un gran oferta de alimentos y bebidas y es fundamental que este gasto público se realice atendiendo a estándares lo más alto posibles, en base a criterios nutricionales orientados al fomento de una alimentación y sostenible.
Durante la presentación, el ministro Pablo Bustinduy, proponente de la iniciativa, ha destacado que mejorar la alimentación en hospitales y residencias "es un verdadero clamor social" y ha tildado como "contradictorio que en un lugar al que vamos para ser curados o porque requerimos cuidados nos den de comer comida que no cumple unos requisitos mínimos de calidad nutritiva". Bustinduy ha puesto el foco en la importancia de atender las necesidades de personas dependientes y con necesidades especiales, de las que ha asegurado que, como la infancia en los centros educativos, "tienen el mismo derecho que cualquiera de nosotros a que cada comida sea un momento de cuidado de su salud, por supuesto, pero también de disfrute".
Por su parte, la ministra Mónica García ha recalcado que la ciencia ha demostrado la importancia que la alimentación tiene para prevenir problemas de salud a medio plazo y acelerar las recuperaciones en los casos de enfermedad. "Tenemos la evidencia de que comer bien, lejos de ser una cuestión accesoria o un lujo, es una necesidad, especialmente cuando se atraviesa una enfermedad o cuando se depende de cuidados en una residencia", ha afirmado García. En este sentido, la ministra de Sanidad ha señalado que "la salud, la dignidad y el cuidado debe comenzar desde la bandeja de comida de un hospital o de una residencia".