Félix Bolaños decidió acudir el pasado seis de diciembre al acto de inauguración del XXI Congreso del Foro Judicial Independiente. Un encuentro en el que el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes tuvo que mantener el tipo durante el discurso inaugural del presidente de la agrupación, Fernando Portillo.
El líder del Foro Independiente Judicial decidió iniciar el Congreso lanzando una perla hacia Bolaños, ya que "estas visitas del titular de Justicia no son frecuentes", sacando a la palestra uno de los frentes que ha unido a la mayoría de jueces y fiscales del país, la reforma que plantea el Ministerio de Justicia sobre el Poder Judicial. Portillo recordó al ministro que el Foro "no es para nada complaciente con su gestión, más bien, al contrario", dando el pistoletazo de salida a la retahíla de críticas que han ido profesando este tiempo.
El presidente del FJI denunció el "caos" que estaban suponiendo algunas de las normas implementadas como la Ley de Eficiencia de la Justicia, como por ejemplo la creación de los Tribunales de Instancia, unos órganos que, si bien "a priori" parecían una buena idea, "están resultando un caos allí donde se están implantando". Algo que no le sorprende, ya que el Foro advirtió que, aunque se intenten cambiar los muebles, "sin invertir adecuadamente, sobre todo en número de jueces, no iba a mejorar la Justicia que servimos a la ciudadanía".
El segundo punto que saltó a la cuestión fue la reforma de la carrera judicial y ese "cuarto turno" que, a juicio de Portillo, sacrificará el mérito y la capacidad de los profesionales "por una pretensión de mayor afinidad ideológica". Además, si este método "se usa para convertir en jueces y fiscales de carrera a casi mil jueces y fiscales sustitutos, la respuesta es mayoritaria", no cabía duda de que los magistrados se echarían a la calle, "señor ministro".
El tercer palo ineludible fue la reforma por la que sería la Fiscalía General del Estado la que asuma las instrucciones de los casos penales, un órgano "en exceso dependiente de un fiscal general del Estado nombrado por el Gobierno", una situación a la que se une una posible ruptura del acuerdo salarial acordado en 2023 y del aumento de las plazas judiciales. "Todo ello, señor ministro, le hacen acreedor de nuestras quejas y reclamaciones".
Para Portillo, en casi todos los planes que Bolaños tiene sobre la mesa "hay un intento de dominar al Poder Judicial, de limar sus aristas y hacerlo más complaciente" a una clase política a la que, al parecer, le incomodan los contrapesos. Un estamento que, a más inri, "ha puesto en duda la imparcialidad y la independencia de los jueces, fundamentalmente de los encargados de investigar los casos de corrupción que afectan" al PSOE, sentenció el presidente del Foro Judicial Independiente.