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Imaginación para mejorar el acceso a la vivienda
Proyectos como el SHARE de Fuenlabrada ofrecen una oportunidad de encontrar soluciones a un problema cada vez más extendido
MADRID |

Los jóvenes llevan mucho tiempo esperando y ya no pueden esperar más. Quieren tener la oportunidad de acceder a una vivienda, no ya en propiedad, muchos han perdido la esperanza en eso, pero al menos a través de un alquiler que puedan permitirse pagar. Quieren, y tienen todo el derecho, poder poner en marcha su proyecto de vida, lejos del hogar familiar, ya sea en común o en solitario. Y las administraciones deben dar respuesta de manera inmediata a este problema social.

La escasa oferta de vivienda, los abusivos precios de los alquileres, las ineficaces políticas públicas, leyes fracasadas casi desde sus orígenes... son parte de una mezcla explosiva que cierra el mercado inmobiliario a nuestra juventud.

Pero no está todo perdido. Hace unos días, la portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, estuvo en Viena para conocer de primera mano un modelo de acceso a la vivienda que es exitoso desde hace muchos años. Allí, el 60% de la población disfruta de viviendas sociales, lo que garantiza un acceso amplio a un precio asequible. Es verdad que la idiosincrasia austriaca es muy diferente a la española. Como sucede en otros países europeos, la idea de ser propietario de una vivienda no está tan extendida como en España y la gente opta por el alquiler como una forma adecuada de tener su propia casa. Aquí, llevamos años valorando solo la opción de la compra como una forma, además de ahorro para el futuro.

Pero parece que la opción de alquilar es la que se abre con más posibilidades para que nuestros jóvenes puedan emanciparse. Y las administraciones empiezan a probar modelos que pueden convertirse en exitosos. En Fuenlabrada está a punto de comenzar el denominado proyecto SHARE, una prueba piloto intergeneracional que puede ser una buena alternativa para desarrollar a gran escala.

A grandes rasgos, este proyecto, que cuenta con una inversión europea de 5 millones de euros, consiste en rehabilitar un edificio municipal en desuso para convertirlo en un edificio de 20 apartamentos de 2 habitaciones. El equipamiento se completa con zonas y servicios comunes para los futuros usuarios. Estos serán personas mayores de la localidad que opten por cambiar de residencia y dejar su piso libre. Estas viviendas, a través del Ayuntamiento, serán destinadas al alquiler a un precio reducido para chicos y chicas jóvenes del municipio.

Una vez puesta en marcha, se valorará los resultados y se analizará si es posible exportar el modelo a otras ciudades y otros territorios.

Aún quedan mucho por resolver pero este debe ser el camino para ofrecer unas soluciones que hace mucho tiempo que deberían haber estado en marcha.