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“Ese encuentro se produjo con una persona que conozco hace tiempo. Él me llamó y, lógicamente, acudí”. Pilar Alegría vuelve a justificar así la comida que compartió con Paco Salazar, el ex asesor de Moncloa que fue cesado tras las acusaciones de acoso sexual de varias mujeres que trabajaron a sus órdenes. Meses después de conocerse los primeros testimonios, la portavoz del Gobierno de España fue vista con Salazar en un restaurante madrileño y, ahora, con nuevas acusaciones sobre la mesa, reconoce que aquel encuentro “fue un error”.

Alegría sostiene que “muchas relaciones con compañeros de trabajo, amigos o familiares están llenas de profundas decepciones” y habla del “dolor absoluto” que, tanto ella misma como el PSOE pueden “sentir después de conocer el contenido de las denuncias el pasado lunes”, aunque no sea “similar ni comparable al que pueden sentir las víctimas, a las que hay que acompañar, cuidar y ayudar para llevar esta investigación hasta el final de sus consecuencias”. La portavoz del Gobierno de España se refiere a los últimos testimonios que varias mujeres han compartido con elDiario.es para denunciar las actitudes machistas que presuntamente tenía Paco Salazar.

Desde subirse la bragueta en la cara de sus subordinadas hasta escenificar felaciones, pasando por realizar comentarios sobre la vestimenta o la vida sexual en el entorno laboral. Estas son solo algunas de las situaciones que describen ahora las denunciantes para el citado medio, pero que no son las únicas que se han conocido hasta el momento.

Pilar Alegría señalaba entonces que “desde que se conocieron las primeras informaciones, en el mes de julio, se le cesó de manera fulminante”. Al cese de Salazar el pasado verano, se suma el que se ha producido recientemente del que fuera su mano derecha, Antonio Hernández. Un movimiento que al Partido Popular le parece que llega “muy tarde y se queda corto”. Tanto es así que citará en el Senado al exasesor de Moncloa para evitar “un cierre en falso del caso”.

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