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El Partido Popular se desmarca de la polémica que sobrevuela Jumilla (Murcia) por la moción que los populares aprobaron la pasada semana junto a VOX para vetar la celebración de ritos islámicos en recintos municipales.

El vicesecretario general del PP, Juan Bravo, ha sido crítico con el Gobierno de España por, según dice, "hacer ruido para sacar un beneficio". También cree que la estrategia de VOX pasa por buscar "la confrontación", mientras que el Partido Popular "defiende la libertad de culto". En palabras de Bravo, "la moción que se aprobó definitivamente en Jumilla no veta absolutamente nada".

Juan Bravo ha preferido no pronunciarse sobre las críticas que ha hecho la Conferencia Episcopal a la decisión del Ayuntamiento de Jumilla y se ha remitido a las declaraciones de la alcaldesa de la localidad, Seve González, sobre la búsqueda de nuevos "espacios públicos" para que las celebraciones puedan desarrollarse.

Recuerda Bravo que "el Partido Popular viene gobernando desde hace décadas en Ceuta y Melilla", ciudades en las que, según dice, "hay una convivencia plural". Con esto como premisa, el popular asegura que es su partido el que busca "tender puentes y garantizar una buena convivencia".

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