MENÚ

"Un nuevo álbum es un cara a cara en el espejo contigo misma"
Soraya Arnelas calienta motores para el lanzamiento de 'Luces y sombras', su octavo disco, que estará a la venta la próxima primavera

Este navegador no soporta este formato de vídeo.

Soraya Arnelas, durante la entrevista concedida a Soyde.

Madrid |

Amanda Avilés

@AmandaCoconutt

Enternecedora y fuerte. Elegante y espontánea. Una personalidad cargada de sinceridad y de arraigo, sabiendo siempre de dónde viene y, aunque ningún humano pueda predecir a dónde va, teniendo claro dónde no quiere estar. Así es Soraya Arnelas y, por eso, su nuevo trabajo -completamente en español- no podía llamarse de otra forma que no fuese ‘Luces y sombras’. Porque Arnelas es dualidad y contraste, en su música y en su vida. Ella misma lo reconoce: “soy muy educada, pero puedo ser muy maleducada; y soy muy agradable, pero puedo ser muy desagradable”. No es que esté delirando; es que lo argumenta con sentido común: “depende de a quién tenga delante”. Quién no. Al final, los seres humanos no somos más que reflejos; como nos tratan, tratamos. En Soyde. la hemos tratado bien, así que nos ha regalado una maravillosa charla.

Hacer frente al pasado

La extremeña lanza nuevo y esperado disco donde los haya, “cien por cien autobiográfico y con composiciones propias”, del que podremos disfrutar, previsiblemente, la próxima primavera. Para ir abriendo boca, ha lanzado dos temas, el último: ‘Gimme de tu amor’. Un juego de palabras entre inglés y español con el que homenajea a su padre por ser el que “me enseñó todo lo que sé de música, el que me dejó jugar con los vinilos y casetes”. Una canción que, “aunque parezca sencilla, tiene historia detrás”.

Una historia en la que, como todas, hay ‘Luces y sombras’. Estas últimas eran las que a Soraya le importaba, especialmente, mostrar a su público. “De los 15 años que llevo en esto, 13 me los he pasado haciendo música electrónica, de baile, alegre, siempre con mensajes positivos, y parece que he estado viviendo en una burbuja”. Se ríe, imaginamos que por lo fácil que es prejuzgar a la gente por sus cuatro ‘stories’ de Instagram. “En este disco, he tenido que volver a hacer frente a muchas historias personales y recordar capítulos importantes de mi vida que, hasta ahora, no había compartido”. Una “autoterapia” que, dice, se da siempre que se crea una nueva ‘criatura’ musical. “Un álbum es algo muy especial; es un cara a cara en el espejo contigo misma”. Bromea: “pero no causa tantos estragos como un hijo”.

Mi padre me enseñó todo lo que sé de música, el que me dejó jugar con los vinilos y casetes

Más allá del humor, reconoce, precisamente, que ha sido Manuela (su niña) quién ha hecho que “conecte con una parte más melódica, más sentimental” y la que, en cierta manera, ha hecho fuerza para que Arnelas se atreva con este ‘Luces y sombras’. “Hay capítulos en este álbum que podían haberse quedado para mí, pero sé que algunos van a servir para que la gente se identifique; y para eso son las canciones: para hacer terapia”.

Juicios de valor

El hecho de que las letras sean en español es uno de los grandes atractivos de este trabajo, pero, intencionalidad aparte, la cantante asegura que la causa es que “necesitaba ser muy cauta a la hora de poner ciertas palabras y expresiones”. Este disco es su vida, y por eso “tenía que ser en mi propia lengua, porque hay sentimientos, experiencias y situaciones que no se pueden explicar de otra manera”. ‘Luces y sombras’ está hecho “para que se entienda… y se sobrentienda”. Vuelve a reír.

Asegura que, tras la lluvia de críticas a la que siempre ha tenido que hacer frente, “hoy en día, no me hace ‘pupa’ cualquier cosa”. Sí le molestan los juicios de valor, como a cualquiera. Especialmente cuando se tratan de su maternidad. “Se me ha acusado de mala madre por irme a cenar con mi pareja para celebrar, precisamente, el milagro de la vida que acabábamos de crear”. Ahí es cuando muestra su dureza, y cuando no le importa ser tajante, aún a riesgo de recibir el calificativo de “prepotente”, que también ha recibido. “No permito que nadie me dé órdenes en mi vida”.

Fuertes pilares sobre los que asienta toda una prestigiosa carrera musical y que le han llevado hasta aquí, a presentar un octavo trabajo que lleva cocinando dos años y medio y del que le gustaría dijeran que es “honesto” y que, con él, “he cumplido con lo que me tocaba, que es hacer buena música”.