El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, y del concejal de Centro, Carlos Segura, ha visitado la Capilla de la Cuadra de San Isidro, coincidiendo con el Año Jubilar de San Isidro. Este espacio fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000 por la Comunidad de Madrid por su vinculación a la historia y tradiciones de la capital.
Durante su visita a la capilla, Almeida ha destacado “la extraordinaria labor” realizada por la congregación de San Isidro, “en la conservación de la memoria de nuestro patrón”, animando a los madrileños “a descubrir este secreto escondido de la ciudad”, que abre cada 15 de mayo y los terceros sábados de cada mes. En palabras del alcalde, “Madrid es una ciudad global que tiene como patrón a una persona sencilla, honrada, honesta y trabajadora, al igual que lo era su mujer”, Santa María de la Cabeza, añadiendo que “lugares tan emblemáticos” como la Capilla de la Cuadra de San Isidro, “nos reconcilia con nuestras raíces para proyectarnos hacia nuestro futuro”.
El Consistorio madrileño ha instalado, además, una placa conmemorativa en la capilla para recordar el lugar donde San Isidro, patrón de Madrid, guardaba los bueyes de labranza. Esta iniciativa que se une a las diversas actividades conmemorativas organizadas por el Ayuntamiento de Madrid durante el Año Santo Jubilar para recordar el IV centenario de la canonización de San Isidro Labrador.
La capilla se puede visitar cada año el 15 de mayo y del tercer sábado de cada mes, de 18:00 a 19:00 horas, además de en iniciativas culturales como el programa municipal Madrid Otra Mirada (MOM).
Este pequeño espacio situado en pleno corazón del barrio de La Latina, tiene 42 metros cuadrados. En él, San Isidro guardaba los animales y pernoctaba cuando era mozo, siguiendo las costumbres de la época. La familia Vargas preservó este espacio desde su muerte en el siglo XII hasta que el siglo XVII se erigió la capilla. El lugar perteneció a los descendientes de esa familia generación tras generación hasta pasar finalmente a la Congregación de San Isidro de naturales de Madrid.
El aspecto actual y el bloque de viviendas superior corresponden a la reforma de Castellanos de 1856. La capilla alberga un retablo neoclásico del siglo XIX presidido por tallas de San Isidro y Santa María de la Cabeza y varias pinturas de Castellanos que representan diferentes momentos de la vida del patrón de los madrileños. También hay una copia del Cristo de Velázquez a tamaño original, obra de José Luis de Santamaría. Las vidrieras de Maumejean representan a San Isidro y Santa María de la Cabeza con el escudo de Madrid.