MENÚ

Alba Cancho: resultado de la suma entre talento y juventud
Alba Cancho es escritora, tiene 14 años y es de Fuenlabrada
Fuenlabrada |
Alba Cancho tiene 14 años, es de Fuenlabrada y estudia en el Instituto IES La Serna. ¿Sus aficiones? Lo normal. Salir con sus amigas y publicar novelas. Sí, publicar novelas. Alba es escritora, y en el mercado ya se puede encontrar su primera novela, ‘Esperando a que te vayas’. Ya tiene experiencia firmando libros (la pudimos ver en la Feria del Libro de Fuenlabrada 2016), y su sueño es poder compaginar, en un futuro, su profesión como psicóloga y su profunda pasión por las letras. Una joven promesa de nuestra ciudad que havisitado los estudios de SomosRadio para tirar por tierra el lastre de que ser joven es, obligatoriamente, sinónimo de poco interés hacia la cultura en general. Según Alba, el secreto es fácil. Basta con “controlar la revolución de las hormonas”.
Sueños como inspiración
Muchos son los autores que se respaldan en la necesidad de ‘experiencias’ en la vida para poder crear historias y no caer en la repetición. Alba desmonta todos esos esquemas de un plumazo con la frescura de su juventud, y contrarresta la falta de años a sus espaldas con el talento innato. Tan innato que, según nos cuenta, el final de ‘Esperando...’ surgió de la manera más curiosa. “Soñé con el final y empecé a entrelazar lo que podía encajar para llevarme hasta ahí”, cuenta Alba, aunque asegura que, antes de ese sueño, “ya sabía que quería escribir un libro”.
Futuro prometedor
Lo que más llama la atención de esta fuenlabreña es la forma que tiene de desenvolverse en un ‘mundo de adultos’. Su madurez aunada a la curiosidad de la adolescencia suman un resultado espectacular. “Mis amigas llevan ya cuatro libros”, dice entre risas, sabiendo que su situación es, como poco, extraordinaria.
La escritura no es un mero entretenimiento para ella, y nos lo deja claro cuando le preguntamos por próximas publicaciones. “Estoy trabajando en más cosas. ‘Esperando...’ quise alejarlo de mí. El próximo libro quiero que sea más cercano, y no creo que abandone el misterio”.
Al final, va a resultar que Calderón de la Barca no va a tener tanta razón con aquella famosa afirmación de “...y los sueños, sueños son”.