La depresión es uno de los problemas de salud más importantes que afectan a la población mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre las dimensiones y repercusiones de este problema. La OMS estima que más de 300 millones de personas viven con depresión.
La OMS refiere que la depresión es un problema que se puede prevenir y tratar por lo que recomienda que los profesionales sanitarios, familias, centros educativos, organizaciones conozcan esta realidad para su detección e intervención precoz.
Para detectar los episodios depresivos es importante conocer los síntomas que se manifiestan, así se describe a continuación los criterios para dicho episodio.
La depresión es un trastorno mental que se manifiesta por estado de ánimo bajo (se siente triste) y pérdida de interés o placer y que puede cursar con diversa sintomatología:
Dichos criterios suponen un problema cuando interfiere en áreas vitales como la personal, social, laboral o familiar. Y cuando estos síntomas perduran en el tiempo y aumentan de gravedad. Es importante evaluar los síntomas de cada persona puesto que cada uno los vivenciará de manera diferente.
La intervención temprana resulta fundamental para un pronóstico favorable, una remisión de los síntomas y disminuir la reincidencia.
El tratamiento psicológico frecuentemente utilizado es la terapia cognitivo-conductual, que ha mostrado resultados satisfactorios y significativos en relación al trastorno. Para una buena aplicación de las técnicas, es necesaria una evaluación adecuada de la sintomatología, causas y otros factores para individualizar el tratamiento lo máximo posible y aumentar la mejora del paciente.
Si sientes alguno de los criterios anteriormente descritos y éstos te dificultan la vida o se mantienen en el tiempo, recomendamos que busques ayuda profesional.