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El resultado comunicado era negativo, pero las pruebas de cribado de cáncer de colón habían salido positivas. Este es el error que sufrieron más de 500 pacientes el pasado mes de febrero en la Comunidad de Madrid. Las cartas que notificaban los resultados de los cribados de cáncer de colón mostraban un resultado negativo a pacientes que, en realidad, habían obtenido un resultado positivo en la prueba.

“La señora Ayuso nos acusaba de mentir y de asustar a la gente, pero la verdad ha salido a la luz”, dice Mar Espinar, añadiendo que “casi 600 madrileños recibieron cartas que decían que sus resultados en la prevención de cáncer de colón eran negativo, cuando realmente eran positivos”. “Esto es falta de financiación de lo público”, dice la socialista, acusando al “Partido Popular de Ayuso” de intentar “blanquear una pésima gestión empleando un lenguaje deshumanizador”. Espinar critica que se hable de “incidencias” cuando se hace referencia a estos errores en la comunicación de los resultados. “Incidencias puede haber una o dos, pero no más de 500”, insiste la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, convencida de que “la consejera de Sanidad tendría que estar ya fuera”. “Entiendo que donde manda Quirón no manda marinero”, ironiza Espinar, recordando que “estamos hablando de la salud de los madrileños” y acusando al Gobierno regional de “regar con miles de millones de euros al principal proveedor de su pareja, mientras la Sanidad pública recibe menos dinero”.

Hasta el momento, los movimientos del Partido Socialista madrileño se enmarcan en la solicitud de una comparecencia para escuchar a la consejera Fátima Matute en la Asamblea de Madrid. “Queremos que informe sobre los cribados de cáncer de colon y sobre el resto de cribados oncológicos”, explica Espinar, insistiendo en que el caso es “lo suficientemente grave como para que la consejera de Sanidad se retire de sus funciones”, segura de que “en Quirón no le va a faltar espacio”.

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid ha querido dejar claro que lo ocurrido “no fue un error en el diagnóstico, sino un error en la comunicación”. Carlos Díaz-Pache insiste en esto se resolvió en poco tiempo y que, en ningún caso, “interfirió con el procedimiento clínico". “Se contactó en esa semana con los pacientes afectados de forma correcta y por lo tanto no hubo ningún retraso ni en la valoración ni en la ejecución de las pruebas”, explica el popular, acusando a la izquierda de “buscar fantasmas donde no los hay”.

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