Los presupuestos de un Ayuntamiento plasman en números lo que un equipo de gobierno quiere para su ciudad. Reflejan a la perfección las prioridades y objetivos y lo que cada uno es. Son la mejor carta de presentación que se puede hacer, porque compromete el dinero público, de todos los contribuyentes, en aquellas acciones que mejoran nuestra ciudad.
En los presupuestos de 2023 del Partido Popular encontramos una ciudad estática, que no avanza, evidenciando la falta de proyecto que tiene el PP más allá de una o dos construcciones puntuales. Unos presupuestos que no protegen ni desarrollan los servicios públicos de calidad que todos queremos y nos merecemos tener. Unos presupuestos que son más de lo mismo. Si se comparan con los de los años anteriores, las líneas maestras con las que se han hecho son las mismas. Y en ninguna de ellas se apuesta por lo que Tres Cantos es para nosotros: una ciudad con un enorme potencial y un futuro prometedor.
Pero los presupuestos deberían servir también para cumplir los programas electorales, las promesas que hacemos a la ciudadanía cuando les pedimos su compromiso en las elecciones. Y estos del PP, por desgracia, son una nueva evidencia de cómo el actual equipo de gobierno engañó a la gente. De forma reiterada. Incluso compulsiva.
Porque los presupuestos del PP para Tres Cantos son ciencia ficción. No son nada realistas. Y no lo son porque prometen humo. No tienen un proyecto definido para la ciudad. No sabes cuáles son sus potenciales, no tienen un objetivo. Les basta con sacarse proyectos de la manga pero que luego son imposibles de ejecutar. Tanto es así, y lo saben tan bien, que ni siquiera presupuestan dinero para ello.
Donde proyectaron una playa, ni siquiera cuidan el arroyo que tenemos; donde dijeron que habría nuevas dotaciones hoy hay escombros y, como mucho, pilares que no sabemos cuándo sustentarán lo que tanto necesitamos en Tres Cantos; donde decían querer convivir con la naturaleza, hoy solo hay proyectado cemento. Y buscarán excusas, pero lo cierto es que lo que hay detrás no es otra cosa que una pésima gestión y previsión.
Tras un análisis riguroso y serio de los presupuestos, tras revisarlos partida por partida, no, no son los presupuestos que Tres Cantos se merece. Hay que ser ambiciosos, hay que poner sobre la mesa políticas públicas que mejoren nuestra calidad de vida y soluciones a los problemas que tiene nuestra ciudad. Hay que trabajar por una ciudad sostenible en cuanto a movilidad, residuos, energía, y urbanismo; una ciudad con excelentes servicios públicos con las personas como eje central de las políticas públicas. Debemos desarrollar la ciudad para tener las dotaciones y servicios públicos necesarios (residencia de mayores, escuela infantil, biblioteca, etc.) pero también bajar las tasas que tenemos en este Ayuntamiento con superávit, y que se incrementen las ayudas, para que desde esta administración también se contribuya a descargar los costes incrementados por la crisis a la ciudadanía, como ya se está haciendo desde el Gobierno de España. Una ciudad llena de cultura y deporte, llena de vida, de participación y oportunidades. Una ciudad viva en la que los jóvenes y mayores quieran y puedan quedarse a vivir.
Y aunque en las próximas elecciones volverán a prometer todo lo que la ciudadanía quiera escuchar, volverán a vender más humo, más magia, pero nada real, lo único cierto es que los números no engañan y son claros: su apuesta es muy diferente a la nuestra. Nosotros creemos en un desarrollo innovador y sostenible de la ciudad que nos lleve a que todos tengamos la mejor calidad de vida posible en una ciudad del futuro en el presente. Y, para lograr ese futuro prometedor que tiene Tres Cantos estos presupuestos que ha aprobado en solitario el PP son inútiles. Y en esto no somos presuntuosos, pero no nos equivocamos: el tiempo nos dará la razón.