El actual proyecto de urbanización que lleva a cabo el gobierno del Partido Popular, está suponiendo la destrucción de nuestro riquísimo patrimonio natural. La última actuación es la construcción del mega parque infantil situado en la zona de nuevo Tres Cantos y que está incluido dentro del macro proyecto Metropolitan Park. Desde luego que toda instalación destinada a nuestros vecinos más jóvenes siempre es bienvenida y más en una zona que carece de las dotaciones más básicas, pero arrasar esta zona de altos valores de biodiversidad no es una forma aceptable, especialmente cuando se encontraba en un buen estado de conservación a pesar de la presión urbana que sufre, tal y como demuestra la existencia de plantas, invertebrados y aves, entre las que hay varias rapaces, como el búho chico, que tienen aquí su zona de campeo y caza de sus presas. Un espacio en donde todavía hoy -darse prisa porque desaparecerá- se puede pasear con los niños y ver conejos correteando por la zona o admirar las centenarias encinas de las cuales ya han sido taladas al menos medio centenar. ¿Tan pronto se nos ha olvidado el placer que sentíamos durante el encierro por la pandemia al pasear por la naturaleza?.
Aunque sea simbólico, se ha aniquilado hasta el nombre de la zona dado que el original es, sigue siendo, Parque de la Cabezuela. Pero claro, dónde vamos a comparar un nombre tan chic como “Metropolitan Park” -léase con acento de Oxford- con “Parque de la Cabezuela”, un nombre demasiado humilde e incluso viejuno para las pretensiones de nuestros gobernantes en el mayor pelotazo urbanístico de la zona. Qué pena que ya no esté Toni Cantó en la Oficina del Español porque seguro que esto no lo habría permitido.
“Metropolitan Park” es más chic que “Parque de la Cabezuela”
Si bien los humanos tenemos privilegiadas capacidades que nos permiten transformar los hábitats a nuestro beneficio modificando el entorno natural, incluso en demasiados casos llegando al asolamiento, afortunadamente estas capacidades también nos permiten la adquisición de conocimientos y voluntad de acción lo que nos coloca en una situación privilegiada para usar este potencial adecuadamente. Recordemos que alrededor del 80% de las políticas para hacer frente al reto del cambio climático las implantan los gobiernos regionales y locales y esto nos debería llevar a diseñar políticas responsables con perspectiva global y actuaciones locales por lo que una acción tan sencilla como buscar otra ubicación cercana, que las hay, sería más que suficiente para cumplir con el doble objetivo de permitir que los vecinos puedan disfrutar de las dotaciones a las que tienen derecho y a la vez, evitar un irresponsable ataque a nuestro ecosistema o lo que es lo mismo a nuestro futuro.