Están siendo meses frenéticos para nuestros representantes políticos. Meses de trabajo, de toma de decisiones y de labor diaria en la búsqueda de una solución que acabe, cuanto antes, con esta crisis del coronavirus. Meses en los que están poniendo a prueba su valor político, que será juzgado cuando todo esto haya pasado.
Un trabajo que se ha multiplicado por varias cifras en el caso de la Comunidad de Madrid. Tanto la presidenta de la región como los diferentes alcaldes de los municipios madrileños están haciendo un trabajo titánico por encontrar vías que alivien la situación sanitaria y económica que estamos viviendo.
En el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, su labor en este último mes ha sido el de sellar un barco que, de una forma u otra, se estaba hundiendo. Ella, precisamente, ha visitado este martes la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM 112), que está ubicada en Pozuelo de Alarcón.
En la sede del ASEM 112 ha valorado el Plan de Choque regional puesto en marcha para atajar el problema de las residencias de mayores
Ha sido en nuestra ciudad donde la presidenta regional ha hecho oficial la compra de 14 millones de mascarillas que se distribuirán entre la población, con el objetivo de volver, cuanto antes, a la normalidad en la Comunidad de Madrid. Al menos, a una normalidad que se asemeje, lo máximo posible, a la realidad que conocíamos antes del coronavirus.
En la sede del ASEM 112 ha valorado el Plan de Choque regional puesto en marcha para atajar el problema de las residencias de mayores. Este plan ha servido como canalizador para realizar 1.871 entregas de material de protección en residencias, esto es, 1,1 millones de pares de guantes, 750.000 mascarillas, 119.000 calzas, 14.200 gorros, 53.000 batas, entre otro material.
Además, Díaz Ayuso ha conocido, de primera mano, los datos sobre las llamadas de emergencia que se han contabilizado en estas últimas semanas. Durante la crisis, los servicios de emergencias del 112 han gestionado más de 52.500 llamadas relacionadas con el coronavirus, el 73% de las cuales tenían que ver con alertas sanitarias y el restante 26% con consultas relacionadas con el virus.