“Se podrían quejar los madrileños”. No las hemos contado, pero han sido muchas las ocasiones en las que Enma López ha decidido arrancar así sus exposiciones durante el último pleno de la capital. La portavoz adjunta del grupo municipal socialista considera que los vecinos de Madrid podrían quejarse de muchas cuestiones relativas a la gestión del Gobierno de Almeida. “Se podrían quejar del lamentable estado de limpieza de las calles o de lo cara que es la tasa de residuos, porque ustedes llevan mirando para otro lado muchísimos años”, dice la concejala del PSOE, añadiendo que la vecindad también podría denunciar “las ruedas gastadas de Bicimad, la falta de carriles bici o las colas para subir al autobús”.
López echa en falta la figura del Defensor del Vecino en Madrid para responder a la necesidad de recoger esas denuncias, pero también para ejercer "de mediador y de solucionador". "Aquí no les vale ni el comodín de Manuela Carmena ni la excusa de Pedro Sánchez”, insiste la portavoz adjunta socialista, preguntando al equipo de Gobierno “cuál es la excusa para que no exista ya” un Defensor del Vecino en la ciudad.
La vicealcaldesa de Madrid se ha querido comparar, de nuevo, con el Ejecutivo central. “Al contrario que el Gobierno de Sánchez, que es el más opaco de la democracia, nosotros sí tenemos los mejores mecanismos de participación, comunicación y transparencia”. La portavoz del Gobierno de Almeida cree que “si los madrileños necesitaran un Defensor del Vecino sería para defenderse del PSOE, porque son representantes del Gobierno de su país”. Inmaculada Sanz acusa a Enma López de no pensar en la ciudad de Madrid cuando plantea la necesidad de contar con esta figura, “si no en colocar a alguien, ya que ahora el hermano de Sánchez y su mujer están algo ocupados con los casos de corrupción”.