El portavoz del PP en Leganés, Miguel Ángel Recuenco ha enviado al alcalde leganense, Santiago Llorente una interpelación en relación a la situación de morosidad del consistorio con los proveedores municipales.
Los populares denuncian que la intervención municipal emitió el pasado 24 de junio un “informe de comunicación de alerta por el incumplimiento de pago a proveedores”. Para Recuenco ese informe es la prueba fehaciente de que el Gobierno Municipal sabe que el consistorio no cumple con los plazos de pago que señala la legislación vigente.
Según explican, la morosidad de un ayuntamiento se produce cuando el periodo medio de pago a proveedores pasa de los 30 días. En Leganés, concretamente, la media de pago se va más allá de los 115 días que es la demora que sufren las empresas suministradoras de la Administración Local. Esta cifra, advierten desde el PP, no ha hecho más que subir durante todo este año. Así, en enero los proveedores tardaban 58,4 días en cobrar; en febrero la media subió hasta los 78 días; en marzo, 82, 43; en abril, 101,64; y, finalmente, en mayo a los actuales 115,38 días.
Para Miguel Ángel Recuenco no se explica que los proveedores tarden más de tres meses en cobrar sus facturas mientras que el Ayuntamiento dice tener 49 millones de euros en caja
Recuenco recuerda que el pasado mes de abril, el alcalde anunció una inversión de 36 millones de euros del superávit municipal y que aún quedaban “13 millones de euros disponibles”. Por lo tanto, desde el PP no entienden cómo el consistorio presume de tener “49 millones de euros, en teoría, en la caja del ayuntamiento” mientras que las empresas que proveen al consistorio tienen que esperar tres meses y medio para cobrar sus facturas.
El portavoz del PP, termina su carta afirmando que “solo espero que usted, señor alcalde, nos cuente la verdad sin medias tintas, puesto que si es un problema estructural tan grave como parece, todos los ediles de este pleno deberíamos tomar conciencia de que no se puede perder ni un minuto más en darle solución. Si la situación hoy es grave, mañana será más grave, pasado aún más grave y así sucesivamente. Es un problema que, nos consta, lleva al cierre de pequeñas empresas y lastra la credibilidad del Ayuntamiento hasta el punto de espantar a los mejores proveedores con el consiguiente perjuicio para los vecinos”.