Mónica García se ha echado a un lado cuando han cuestionado cómo es que, tras siete años de Gobierno "progresista", cada vez son más las personas que acuden a servicios sanitarios privados. La ministra de Sanidad, que sospecha que una de las bases del crecimiento de los seguros privados es "la desconfianza en el sistema", ha querido puntualizar que su Ministerio "vela" por el buen funcionamiento del Sistema Nacional de Salud, pero son las Comunidades Autónomas las competentes en materia de gestión sanitaria.

Así mismo, García considera que el modelo "neoliberal" de algunas regiones empuja a sus ciudadanos a acudir a la sanidad privada. Situaciones como la división de las pruebas para detectar el cáncer de mama y su posterior tratamiento inducen a los pacientes a agilizar los trámites por otras vías. Eso sí, "cuando un ciudadano tiene un problema grave, confía 100% en la sanidad pública".

En este sentido, la ministra recuerda que su Ministerio está trabajando para revertir este crecimiento a través de fórmulas como la nueva Ley de Gestión Pública de Integridad del Sistema Sanitario. Un anteproyecto que viene a complementar la Ley 15/1997 del 25 de abril, por la que se permitió la entrada de nuevos modelos de gestión indirecta o colaboraciones público privadas, y cuya finalidad ha sido muy cuestionada por asociaciones como ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española) y algunas regiones como la Comunidad de Madrid.  

Por otro lado, según el último informe de la Fundación IDIS, las personas de entre 30 y 50 años son las que manifiestan mayor insatisfacción con la sanidad pública. Además, según los datos de 2024, el 26% de la población española contaban con un seguro privado, siendo la Comunidad de Madrid y Cataluña los territorios donde más gasto sanitario per cápita hay. Unas cifras que también explica acudiendo al número de sanitarios que contrata el Ministerio frente a los centros privados, una de las luchas de las regiones contra García.