El Ayuntamiento de Arroyomolinos ha reclamado al Gobierno de España y a la Comunidad de Madrid su actuación urgente después de que se haya evidenciado la presencia de jabalíes en el núcleo urbano del municipio.

El alcalde de Arroyomolinos, Luis Quiroga, se ha dirigido a la Guardia Civil a fin de que el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) vigile los desplazamientos de estos animales y, por otro lado y de manera formal, a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno regional para que despliegue en el municipio su plan para controlar las poblaciones de jabalíes.

En esa comunicación con la Consejería, el Ayuntamiento solicita que se declare, con carácter urgente, la emergencia cinegética temporal en Arroyomolinos.

El Ayuntamiento requiere igualmente la autorización urgente de medidas excepcionales de control de fauna, conforme a las medidas ya aplicadas en otras comarcas, incluyendo captura en vivo, control del hábitat y protección de infraestructuras públicas.

De igual forma, el Ayuntamiento se compromete a colaborar estrechamente con la Consejería para proporcionar toda la información técnica necesaria y para facilitar la implantación inmediata de medidas de control a fin de garantizar la seguridad y el equilibrio del entrono natural y urbano.

Más allá de esos apuntes, Quiroga apremia a las dos administraciones a trabajar a la mayor brevedad con el claro propósito de evitar que se registren daños personales y para impedir destrozos materiales o accidentes de tráfico, especialmente en la carretera M-413, provocados por la presencia de los mencionados mamíferos.

El Ayuntamiento de Arroyomolinos ruega que, en caso de que un ciudadano se encuentre con un jabalí o con una piara, llame de forma inmediata al 112 para informar del avistamiento y se aleje cuanto antes del lugar. 

El Ayuntamiento pide, además, que no se les ofrezca comida, que nadie se acerque para tomar un vídeo o una foto ni que se trate de ahuyentarlos con recursos propios al tratarse de animales que pueden embestir y que pueden causar un enorme daño por su fortaleza y por sus afilados colmillos.