Según ha hecho saber la actual alcaldesa moralejeña, el anterior gobierno municipal se comprometió con el Ministerio de Hacienda a cumplir ciertas mediadas para poder solventar la deuda de Moraleja de Enmedio. Medidas como la subida del IBI o el resto de impuestos a los vecinos, comenzar a cobrar las actividades culturales y deportivas o reducir servicios que no son competencia obligatoria del Ayuntamiento como “La casa Joven”, que según la alcaldesa "sólo ha estado abierta los 6 meses previos a las elecciones tras 8 años de legislatura; El Galeón, que lleva 3 años de impago; La Casita de niños, que cuesta 200.000 € al año; o el Centro Cultural El Cerro que son 500.000 anuales".
El anterior gobierno municipal se comprometió con el Ministerio de Hacienda a realizar un Plan de Ajuste que no realizaron
El Partido Popular de la localidad critica que todas estas medidas estaban previstas en el plan de ajuste del anterior gobierno, que no cumplieron, y ahora ellos se ven obligados a ejecutar si quieren pagar los préstamos pendientes que tiene el consistorio. También ha expresado su malestar porque no entiende cómo cada año de legislatura los gastos superaban a los ingresos, sin que haya sido posible desde el año 2018 que se aprobase un presupuesto.
La alcaldesa ha querido recalcar las cantidades de deuda que a la deberán hacer frente cada año, siendo en esta legislatura una cifra cercana a los 3 millones de euros, cifra muy elevada para la cantidad de vecinos del municipio. En la propia reflexión que ha hecho pública la alcaldesa también ha querido expresar su desconcierto sobre cómo es posible que, teniendo una plantilla de 80 personas en el municipio, cada año se gastase 270.000 € en el pago de horas extraordinarias.
Por último, ha vuelto a recalcar que los recortes son una cuestión de obligación, no de decisiones políticas, ya que la situación financiera del municipio es extremadamente delicada. Todo esto volviendo a culpar al anterior equipo de Gobierno por enésima vez en el comunicado, no solo de lo que ella ha calificado como “pésima, lamentable y ruinosa gestión” sino también de “levantar falsos bulos”.
EL PSOE REBATE LOS ARGUMENTOS DE LA ALCALDESA
El PSOE de Moraleja de Enmedio gobernó el municipio durante ocho años. Dos legislaturas en las que su principal objetivo fue ordenar la abultada deuda heredada de 16 años de gestión del PP de la mano de Carlos Estrada. Al llegar al poder, los socialistas de Valle Luna encontraron las arcas públicas en una situación de quiebra técnica. La ex regidora socialista lleva años explicando a lo que tuvo que enfrentarse: Una deuda de 44 millones de euros y 35.000 euros en las cuentas del Ayuntamiento.
Esta deuda proviene única y exclusivamente de la mala gestión de Estrada, con casos de presunta corrupción que incluían supuestas 'mordidas' que aún investiga la justicia. Y con un PGOU sin aprobar ni siquiera por la Comunidad de Madrid controlada también por el PP, por la irrealidad del mismo.
Estos 44 millones de deuda provenían de:
- 25 millones del primer pago a proveedores
- 7 millones de deuda con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria de las cotizaciones de los trabajadores municipales durante los últimos 10 años
- 3,5 millones de sentencias judiciales por los adelantos que se hicieron para el PGOU que no salió
- 8 millones para hacer frente a condenas por impago a los proveedores.
Además, el Ayuntamiento tenía los tributos provenientes del Estado congelados por las deudas que mantenía con la Seguridad Social y sin posibilidad de pedir subvenciones. En definitiva, la situación era crítica pero había que seguir dando servicios.
Los socialistas, en sus ocho años de mandato, refinanciaron estas deudas, consiguieron que el Ministerio de Hacienda diera luz verde a un plan especial para sacar al municipio de la situación en la que estaba. Y esa refinanciación fue con un interés cercano a cero, lo que supuso un alivio para las cuentas locales. A pesar de lo que dice la actual alcaldesa, Valle Luna, defiende que el Ministerio jamás impuso medidas de recorte y de subida de impuestos, sino que hizo recomendaciones al equipo de Gobierno que buscó otras alternativas para que el pago de esa deuda no recayera en las espaldas de los vecinos.
Ahora, con la vuelta al poder del PP se abrió una nueva etapa en la que la líder del equipo de Gobierno ha comenzado a tomar sus propias decisiones: Subida de impuestos y recorte de gastos municipales para equilibrar las cuentas. Igualmente, ha conseguido alargar en diez años el tiempo en el que habrá que devolver el dinero de los préstamos del ICO, medida que fue apoyada por el PSOE en el Pleno Municipal. Es una política distinta a la decidida por el PSOE, tan legitima una como la otra y serán nuevamente los vecinos y vecinas, cuando se vuelvan a abrir las urnas, los que elijan qué modelo quieren para su municipio.