Nicolas Sarkozy se ha convertido en el primer ex presidente de Francia en entrar en prisión. Una pena de cinco años por, al parecer, haber conspirado para recaudar fondos con fines electorales desde Libia, y una multa de 300.000 euros. No obstante, el ex dirigente galo no se ha rendido y ha recurrido la sentencia, aunque permanecerá entre rejas hasta que este maremágnum se resuelva.
Antes de su ingreso en la cárcel, acompañado por su mujer Carla Bruni, cantante y actriz que le agarraba de la mano en una muestra de su romántico amor; Sarkozy ha publicado un comunicado en sus redes sociales reflexionando sobre lo que, en apenas unos minutos, iba a vivir. "Mientras me preparo para cruzar los muros de la prisión de Santé, mis pensamientos están con el pueblo francés de todas las condiciones y opiniones. Quiero decirles con toda la fuerza infranqueable que me caracteriza que a quien se encarcela esta mañana no es a un antiguo presidente de la República, sino a un inocente", relata el ex presidente.