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Menores con diabetes se dan cita en una experiencia educativa pionera
La primera edición de “El Obrador Azul” ha sido una jornada de aprendizaje, sensibilización y convivencia
Móstoles |

El Hospital Universitario de Móstoles -de la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid- ha participado en la primera edición de “El Obrador Azul”, una iniciativa organizada junto a la Asociación de Diabetes de Móstoles y la Escuela de Hostelería y Turismo Simone Ortega. Se trata de una experiencia educativa pionera, que ha unido a alumnos de panadería y familias con hijos con diabetes tipo 1 en una jornada de aprendizaje, sensibilización y convivencia.

La actividad se ha puesto en marcha para lograr varios objetivos. Por un lado, completar la formación de los niños y sus familias, ayudándoles a agilizar el diseño de sus menús, la contabilización rápida de hidratos de carbono y el cálculo de la insulina con la que deben tratarse. Por otra parte, se busca crear un foro entre personas que comparten inquietudes, inseguridades y miedos debido a la enfermedad.

Según el doctor Javier Blumenfeld, pediatra del Hospital Universitario de Móstoles, “poder aunar formación y ocio con profesionales y familias es un contexto perfecto para ayudar a convivir con la diabetes con más seguridad y apoyo, y con menos angustia”.

Se considera también muy importante la oportunidad que ofrece la Escuela de Turismo y Hostelería Simone Ortega, para que niños con diabetes y profesionales sanitarios compartan foros de encuentro con futuros profesionales del ámbito de la restauración y el turismo, "porque éstos deben ser conscientes de que hay determinados perfiles de comensales y turistas que requieren especial atención y cuidados, y que también hay que adaptar las propuestas gastronómicas y turísticas a ellos".

Esta primera jornada educativa y participativa con vocación sociosanitaria arrancó con una bienvenida y entrega de materiales útiles para la sesión a los participantes (por parte del grupo de estudiantes de turismo de la Escuela Simone Ortega). Durante la tarde, los niños y niñas con diabetes participaron activamente junto al alumnado de la Escuela, compartiendo aprendizajes en torno al pan, la salud y la educación nutricional.

Los asistentes aprendieron de primera mano el proceso de elaboración de productos de panadería en el obrador profesional que hay en la escuela, haciendo sus propios panes y galletas en las cocinas de la misma, junto a los alumnos de panadería y el profesorado. Más tarde participaron junto a sus familias en un taller práctico de conteo de raciones de hidratos de carbono, una herramienta fundamental en la autogestión de la diabetes.

La parte formativa, centrada en el análisis del etiquetado nutricional y el cálculo de raciones en contextos reales, estuvo impartida por profesorado de la escuela y parte del equipo de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario de Móstoles. Asimismo, contó también con la implicación activa de madres y padres, reforzando el enfoque familiar del proyecto. La enfermera de pediatría Verónica González explicó cómo contar las raciones de hidratos de carbono y también la forma en la que influye el ejercicio físico en el control de la glucosa y por lo tanto en el uso de la insulina.

La jornada concluyó con una merienda saludable, elaborada y servida por el alumnado de la escuela, durante la cual se continuó practicando el conteo de raciones de forma lúdica y participativa. "Crear este tipo de grupos, en los que padres y madres pueden sincerarse, sintiéndose comprendidos por otros que están en una situación igual o parecida, y en los que se comparte cómo viven y gestionan sus miedos y sus inquietudes, es algo muy importante, e indirectamente ayuda a la familia a vivir y convivir mejor con la diabetes en la infancia, y por supuesto también en la adolescencia", explica el doctor Javier Blumenfeld del Hospital Universitario de Móstoles.

Poder aunar formación y ocio con profesionales y familias es un contexto perfecto para ayudar a convivir con la diabetes con más seguridad y apoyo, y con menos angustia

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Aprender, compartir y conectar

Uno de los aspectos más valorados de la actividad fue la oportunidad de compartir vivencias entre familias con hijos con diabetes, generando un espacio de apoyo mutuo, el intercambio de estrategias cotidianas y la normalización de la enfermedad en un entorno no clínico. Este tipo de iniciativas refuerzan el importante papel que desempeñan las asociaciones de pacientes como agentes dinamizadores, capaces de conectar a las familias, promover la educación en salud y tender puentes entre el ámbito sanitario y el educativo.

En el acto también se compartieron reflexiones sobre la necesidad de impulsar acciones que integren la educación en salud en contextos cotidianos. “El Obrador Azul” nace con vocación de continuidad, como un modelo replicable en otros contextos formativos y sociosanitarios, demostrando que la formación, la salud y el compromiso social pueden caminar de la mano.

Las instalaciones de la Escuela Simone Ortega y las facilidades que ofrece el equipo que la dirige facilita y promueve la organización de este tipo de eventos tan productivos para entidades muy diferentes, pero con muchos objetivos importantes en común.