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Dicho y hecho. El Ayuntamiento de Madrid precinta el Teatro Barceló a pesar de las negociaciones en curso con el sector del ocio, la cultura, la hostelería y el turismo. En palabras del Gobierno de José Luis Martínez Almeida, esta actuación responde a la propia petición del juzgado a cargo del caso.

El precinto se lleva a cabo por dos sanciones de seis meses cada una por superación de aforo. Se ha ordenado el cumplimiento de la primera por seis meses de clausura y, posteriormente, se ordenará el cumplimiento de la segunda, resultando un total de un año, explicaba ayer Borja Carabante, delegado de Urbanismo en la capital.

Por su parte, la Plataforma de Ocio Nocturno donde se aglutina este sector, ha enviado un comunicado condenando la decisión del Ayuntamiento y asegurando que supone una "ruptura del proceso de negociación" al superar "todas las líneas rojas que significa atacar y cuestionar la integridad y la profesionalidad de la gestión los establecimientos públicos y los locales de ocio".

En palabras de la Plataforma, cerrar Barceló es "atacar a una empresa de más de 45 años, que trajo la marca Pachá a Madrid, y que, desde entonces, lleva prestando sus servicios a su público cada fin de semana de manera impecable y sin ningún tipo de incidencia en materia de seguridad".

Así mismo, la agrupación ha adelantado que están estudiando qué vías legales y políticas seguir ahora, remarcando que no piensan "renunciar a ninguna vía de defensa de las empresas, pymes, autónomos y trabajadores del sector". Además, presionarán para que el consistorio madrileño establezca unos criterios "objetivos" para el cálculo de los aforos en los locales situados en el entorno de la Zona de Protección Acústica Especial del centro de la capital.