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La estatua de la Mariblanca, trasladada a su nueva ubicación en la Puerta del Sol
La escultura ocupará a partir de ahora el extremo occidental de la nueva alineación de bancos situada en el arco norte de la plaza
Madrid |

La estatua de la Mariblanca ha sido trasladada esta tarde a su nueva ubicación en la Puerta del Sol. La escultura, que se ha desplazado 18 metros respecto de su emplazamiento anterior, ocupará a partir de ahora el extremo occidental de la nueva alineación de bancos situada en el arco norte de la plaza.

La reubicación forma parte de los trabajos que se están llevando a cabo este verano una vez obtenidos los preceptivos permisos de Metro. En este caso, el traslado de la estatua requería dicho permiso por situarse junto a una rejilla de ventilación del suburbano que ha tenido que ser sustituida por no cumplir las condiciones necesarias de seguridad. El resto de trabajos que dependían de los permisos de Metro, quedarán finalizados antes de que concluya el mes de agosto. De esta manera, a partir de septiembre quedarán pendientes en la plaza dos actuaciones para las que el Consistorio aun no dispone de autorización por parte de Adif: el acceso a Cercanías y su ascensor.

La estatua de la Mariblanca hoy trasladada no es la original, que se puede contemplar en la Casa de la Villa, sino una réplica del restaurador Jerónimo García Gallego que mide seis metros de altura, incluyendo la peana, y pesa 11 toneladas. Esta se colocó en la Puerta del Sol en 1986 con ocasión de la remodelación que se llevó a cabo. En ese momento, se situó en el lugar en que estuvo la fuente que dio soporte a la original, que data de 1625, y sobre un fuste de piedra caliza.

Si bien la ubicación fue desde el punto de vista histórico la más adecuada, en aquella ocasión colisionaba con la proximidad de un conjunto de paradas de autobús que impedían su correcta contemplación. Por ello, con motivo de las obras del intercambiador ferroviario que tuvieron lugar desde 2004, la estatua se desmontó en abril de 2006 y fue conservada en los almacenes municipales hasta que en septiembre de 2009 se colocó en la confluencia de la calle Arenal con la Puerta del Sol.

Se ha desplazado 18 metros respecto de su emplazamiento anterior, ocupará a partir de ahora el extremo occidental

La azarosa historia de esta escultura está vinculada desde su origen a la Puerta del Sol madrileña y a la voluntad política de embellecer y dignificar el municipio tras la vuelta a Madrid de la Corte en 1606. A imitación de otras ciudades europeas se planificó la colocación de fuentes monumentales no solo para abastecimiento de agua sino para ornato y embellecimiento urbanos.

En 1616 se encarga a Gómez de Mora una fuente nueva en la Puerta del Sol que sustituyera a una muy modesta situada en el mismo lugar frente al hospital del Buen Suceso entre las calles de Alcalá y Carrera de S. Jerónimo, que fue derribado en 1854.

Fue sin embargo el escultor italiano, afincado en Madrid, Rutilio Gaci quien diseñó dicha fuente en 1618 junto a otras que habían de erigirse en las plazas de las Descalzas, del Salvador y de Puerta Cerrada. Esta fuente, llamada de las Arpías o de la Fe, fue finalizada en 1630, constaba de un pilón circular con un cuerpo octogonal central al que se adosaban diversos escudos, cartelas y mascarones con salida de agua que remataba en su coronación una concha desde la que vertían agua cuatro arpías -torso alado de mujer- con fuentes en sus pechos lo que componía un bello conjunto con caños a distinta altura y un juego de brillos y colorido debido al bronce y sus mármoles blanco y negro.

La fuente se surtía del agua del viaje del Abroñigal Alto

El conjunto se coronaba con una figura de mármol blanco de la diosa Venus, que posteriormente pasó a ser conocida como la alegoría de la Fe en distintas interpretaciones y pronto pasó a llamarse popularmente "la Mariblanca". Con este apelativo formó parte de la literatura costumbrista madrileña.

La estatua fue encargada por Gil Imón de la Mota, junto a otras varias a Ludovico Turqui escultor y tratante de estatuas clásicas que trajo ésta de Florencia en 1625, desconociéndose si se debe a su mano o fue adquirida por él. Sí hay datos de que en el viaje desde Alicante a Madrid sufrió su primer percance pues llegó a la capital sin cabeza, lo que provocó un sustancial descuento, 100 reales, cantidad en la que se estimó su reparación, al precio fijado para su transporte.

En 1726 se realizó un "reparo y reedificación" de la mano de Pedro de Ribera, maestro mayor de Fuentes. La estructura estaba muy dañada, le faltaban cartelas y remates y tres de las tazas no admitían compostura. Ribera creyó oportuno hacer de nuevo la fuente aprovechando el mármol de la existente. Planteó también la eliminación de los "subideros a los muchachos y gente que son quien se dice la han hecho pedazos" así aligeró el segundo cuerpo sustituyendo las tazas y arpías por unas conchas y unos delfines enlazados a un sutil remate piramidal sobre el que se alzaba de nuevo la Mariblanca.

Por su singular y céntrica ubicación, la fuente era adornada con arquitecturas efímeras en importantes acontecimientos; consta que para recibir al rey Carlos II, el 13 de julio de 1760, se adorna la fuente con un edificio circular compuesto de ocho columnas rematadas con ninfas que sostenían unos cestos de laurel con el que se formaba una gran corona.

En 1781 se rehízo el pilón por orden de Ventura Rodríguez que fue sustituido por otro más pequeño y sencillo y finalmente en 1838 la comisión de fuentes decide suprimirla por "estar en muy mal estado y constituir un estorbo". Ese mismo año se encargó a Manuel Abascal la demolición y el traslado a la plaza de Las Descalzas, donde se levantó una fuente mucho más sencilla formada por la Mariblanca colocada sobre un pedestal de granito sin adornos y dotada de cuatro caños. En esta plaza de Las Descalzas estuvo hasta 1892 fecha en que fue sustituida por una estatua de Pedro Piquer fundador del Monte de Piedad y Mariblanca pasó al almacén municipal hasta 1912 en que fue colocada en el parque de El Retiro donde permaneció varios años hasta que fue de nuevo retirada. Volvió a aparecer en 1969 en el Paseo de Recoletos formando parte de un proyecto del arquitecto municipal de Parques y Jardines Manuel Herrero Palacios conformado por una serie de estanques graduales siguiendo la pendiente del paseo y adornados en un lateral por una serie de columnas que en el centro de cuatro de ellas a modo de templete se situaba la Mariblanca.

En 1984 sufrió muy importantes daños por un acto vandálico, lo que motivó la suscripción de un convenio entre el Ayuntamiento y El Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura para su restauración, llevada a cabo bajo la dirección de Joaquín Cruz Solís y con la que se recompuso la estatua, incluso se pudieron reponer fragmentos desaparecidos que fueron recolocados o repuestos.

Una vez finalizada su restauración, la estatua fue colocada en el vestíbulo de la escalera principal de la Casa de la Villa acompañada de una lápida que reza: "EL AÑO 1625 LA ESTATUA CONOCIDA POPULARMENTE COMO LA MARIBLANCA FUE ADQUIRIDA AL ESCULTOR FLORENTINO LUDOVICO TURQUI PARA CORONAR LA FUENTE LLAMADA DE LA FE, ERIGIDA DELANTE DE LA IGLESIA DEL BUEN SUCESO EN LA PUERTA DEL SOL / EN 1838 LA COMISIÓN DE FUENTES ACORDÓ SU TRASLADO A LA DE LA PLAZA DE LAS DESCALZAS REALES, FUENTE QUE FUE DEMOLIDA EN 1892 / EN 1969 SE COLOCÓ EN LOS JARDINES DEL PASEO DE RECOLETOS. DESDE EL AÑO 1985 EN QUE FUE RESTAURADA PRESIDE ESTE VESTÍBULO DE HONOR DE LA CASA DE LA VILLA / 26, MARZO, 1985 / SIENDO ALCALDE DE MADRID / D. ENRIQUE TIERNO GALVÁN.

De la estatua restaurada se extrajo el molde que ha servido para obtener la réplica que nos ocupa. Su autor fue el restaurador Jerónimo García Gallego, autor de otros trabajos similares en importantes monumentos de toda España. En 1986 se colocó la réplica de piedra caliza en la Puerta del Sol con ocasión de la remodelación que en aquel año tuvo lugar. Se situó en el lugar en que estuvo la fuente que dio soporte a la original y sobre un fuste también de piedra caliza en el que se labró un escudo de Madrid y la inscripción: ESTATUA DE VENUS, LLAMADA LA MARIBLANCA. RÉPLICA Y RECUERDO DE LA QUE PRESIDIÓ ESTA PUERTA DEL SOL, ANTES DE SU TRANSFORMACIÓN A MEDIADOS DEL S XIX. MCMLXXXVI.

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