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La AEMPS vuelve a advertir de los riesgos graves para la salud que conlleva el consumo de dióxido de cloro
No existe evidencia científica de ningún tipo de su eficacia para el tratamiento o prevención de la COVID-19
Madrid |

Durante la situación sanitaria ocasionada por la COVID-19, se ha promocionado a través de redes sociales y páginas web el consumo por vía oral de soluciones de dióxido de cloro (directamente u obtenido a partir de clorito de sodio, también conocido como MMS –Miracle Mineral Solution-) para el tratamiento o la prevención de la infección por SARS-CoV-2.

Pero este hecho no es nuevo, otras veces se ha promocionado también como tratamiento para muchas otras enfermedades, como malaria, autismo, cáncer, enfermedades parasitarias o degenerativas. Con la llegada de la pandemia, esta peligrosa propaganda se ha vuelto a difundir.

Por ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) vuelve a advertir de que no existe ninguna prueba científica que avale estas supuestas propiedades, y estos productos no se han sometido a ningún tipo de evaluación o autorización por las autoridades competentes que garantice que la relación beneficio/riesgo sea positiva y así asegurar el derecho de los ciudadanos a la protección de su salud. Además, la AEMPS alerta de que:

  • El dióxido de cloro es un oxidante fuerte y su consumo supone un riesgo para la salud, llegando a ser grave en algunos pacientes y requerir hospitalización.

  • Su consumo directo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, que pueden llevar a deshidratación, fallo renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia.
  • Sus vapores pueden causar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar.

  • Diferentes autoridades sanitarias, incluyendo la española, vienen advirtiendo desde 2010 de los riesgos de su consumo y tomando medidas para evitarlo.