Madrid es “una ciudad absolutamente abierta a la inmigración legal y ordenada”. Esa ha sido la declaración de la vicealcaldesa de Madrid y, ahora, alcaldesa en funciones, Inma Sanz, quien crítica duramente las políticas migratorias del Gobierno de España. “Lo que no se puede hacer es no tener ningún control sobre las fronteras, que estén entrando personas por todas las vías a nuestro país sin ningún tipo de control como digo, y luego eso sí, distribuirlas y desentenderse de ellas”, argumenta Sanz.
La edil popular pone el foco en el momento que está viviendo Madrid, que también se debe “en buena parte a todas esas personas que desde fuera estén viniendo a ayudar, a construir con nosotros este Madrid que está tan de moda en estos momentos”.
Esta situación, según Sanz, se está viviendo en Madrid con el cuartel que “tenemos ya desde hace muchos meses, que se supone que iba a ser una situación temporal y son miles de personas las que han pasado por allí, que no sabemos en qué condiciones llegan, en qué condiciones se van, en qué condiciones están”. La vicealcaldesa define esta situación con falta de rigurosidad y, añade, que ni País Vasco, ni Cataluña van a recibir a ninguna de esas personas, pero Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana “van a tener que recibir al grueso de esta población”.