El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, ha presentado este viernes el convenio suscrito entre el Ayuntamiento y Cáritas Diocesana de Madrid para el desarrollo de un proyecto. Este pretende que las parroquias de los barrios se unan al ayuntamiento en la detección de la soledad no deseada de las personas mayores. Este proyecto se iniciará en Moratalaz “para posteriormente extenderse al resto de los distritos”. El delegado expresa que el plan supone “una alianza para transformar la realidad de la ciudad”. La razón que expone es “porque convierte a las parroquias en antenas capaces de prevenir, detectar y abordar la soledad no deseada”.
El acto de presentación del convenio se ha celebrado hoy en el "Centro Municipal de Mayores" de Moratalaz. El evento ha contado con la presencia de la concejala del distrito de Moratalaz, Almudena Maíllo, y el director general de Cáritas Diocesana de Madrid, Luis Hernández Vozmediano.
El objetivo del convenio es desarrollar un plan de prevención y abordaje de la soledad no deseada a través de distintas acciones de acompañamiento a personas mayores y su derivación hacia los recursos municipales que forman parte del "Plan municipal de prevención de la soledad no deseada".
Este convenio supone el comienzo de una nueva línea de colaboración muy estrecha y transformadora entre la Iglesia y el ayuntamiento
El delegado de familias ha destacado que este proyecto se integra en el plan después de “haber convertido a cientos de comercios en antenas capaces de detectar la soledad en los mayores y haber firmado un convenio con el Colegio de Farmacéuticos para sumar a las farmacias”. Aniorte ha agradecido que “en este objetivo de implicar a los vecinos, tenemos la gran fortuna de contar con las parroquias y la red de Cáritas en el distrito de Moratalaz”.
Según el delegado, este proyecto contiene “no solo la detección de casos, sino la intervención con voluntarios de Cáritas Diocesana” y la información y derivación a los servicios municipales “cuando sea conveniente”. De esta manera, los voluntarios de la entidad podrán detectar e identificar situaciones potenciales de soledad no deseada en los espacios más frecuentados por las personas mayores y realizar una labor de acompañamiento a las personas mayores en coordinación con el Ayuntamiento.
Por su parte, el delegado del área social ha destacado que este convenio supone “el comienzo de una nueva línea de colaboración muy estrecha y transformadora entre la Iglesia y el ayuntamiento” que nace “de una preocupación compartida por el bienestar de las personas mayores” y ha agradecido concretamente a la Vicaría III, con la que comenzó el proyecto, así como a Cáritas y a la Archidiócesis de Madrid “su magnífica disposición".
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