El funcionamiento de este nuevo producto es sencillo: consiste en crear una barrera con un abanico, el cual a su vez está formado por un eje y unas palas realizadas con un plástico transparente que se une a un regulador de altura, para mejorar la comodidad de quien lo utilice. A través de este mecanismo, se pretende crear una mampara para separar a dos personas que no puedan guardar la distancia de seguridad, sobretodo en el transporte público.
El diseñador ha expresado que “buscamos soluciones para que la vida siga”, a lo que ha continuado que “la única manera es protegerte de cualquier ser humano que esté en tu entorno. Esta barrera física se convierte en una barrera de seguridad sanitaria”. Así, López Prieto ha relatado que el proyecto se puso en marcha el 12 de mayo en 15 días ya tenían el producto en las manos.
consiste en crear una barrera con un abanico, el cual a su vez está formado por un eje y unas palas realizadas con un plástico transparente que se une a un regulador de altura
Al terminar el producto, se tuvo que buscar una patente para que no les robaran la idea, y contactaron con clientes como Bombardier y Construcciones Auxiliar de Ferrocarriles, las que más se han interesado por el proyecto. “También se interesó Alstom, la empresa que fabricó el primer AVE”, ha explicado el madrileño.
El producto innovador surge en medio de el temor social que ha provocado la pandemia del coronavirus, aunque también en un contexto en el que las reglas se están saltando por parte de ciertos grupos. El Abanicovid se quiere convertir en la solución para el problema creciente de los contagios, ya que tiene una gran facilidad de colocación a los lados de los asientos.
Otro detalle que ha detallado el creador de esta iniciativa, Pepe López Prieto, es que “queremos contar con empresas en las que los recursos humanos sean personas con problemas sociales o discapacidades”, además de donar cierta parte de los beneficios a la investigación de enfermedades u otro tipo de ayudas.