El Senado de España, el Congreso de los Diputados o la Asamblea de Madrid está repleto de retratos de aquellos políticos que en su día presidieron dichas instituciones. Numerosos ayuntamientos también cuelgan en sus paredes los cuadros de sus ex-alcaldes, incluido Leganés hasta que se dejó de hacerlo por la crisis económica. El último regidor retratado fue José Luis Pérez Ráez, un trabajo por el que se pagó 9.600 euros. Ahora, el actual equipo de Gobierno quería retomar esta iniciativa, pero se ha abierto el debate político: ¿Es un despilfarro o un homenaje y un signo de institucionalidad?
Para el PSOE, actualmente en la oposición, es un gasto absolutamente prescindible. Han denunciado que destinar 16.500 euros de dinero público para encargar 4 retratos de los últimos regidores y del actual, Miguel Ángel Recuenco, es una decisión "sorprendente" y un "delpilfarro".
"Creemos que esta decisión, impulsada y avalada personalmente por el actual alcalde es un gasto injustificable en un momento en el que los recursos municipales deberían dirigirse a mejorar servicios básicos como limpieza, mantenimiento urbano, cultura o la apertura de los patios de los colegios para los que dicen no tener recursos, en lugar de satisfacer caprichos protocolarios que a nadie interesan", afirman desde las filas socialistas.
La intención del consistorio era encargar retratos de Guadalupe Bragado, alcaldesa del PP durante 20 días; Rafael Gómez Montoya regidor socialista entre 2007 y 2011; del popular Jesús Gómez que ocupó la alcaldía de 2011 a 2015; de Santiago Llorente, alcalde del PSOE entre 2015 y 2023 y, por último de Miguel Ángel Recuenco, actual primer edil del Ayuntamiento.
Pero Rafael Gómez Montoya y Santiago Llorente manifestaron su rechazo a esta medida e incluso a través de sus redes sociales renunciaron a sus retratos. Para el secretario general del PSOE local, Miguel Recuenco, "el actual Ejecutivo del PP y ULEG, con el alcalde al frente, demuestra con este contrato una absoluta desconexión con los problemas reales de Leganés y de su ciudadanía. Mientras barrios enteros reclaman mejoras urgentes, ellos optan por gastar dinero en actos de actuaciones de promoción personal, estériles e innecesarias. No es la primera vez ni parece que vaya a ser la última. Las prioridades de gestión del Ayuntamiento no deben ir destinadas a satisfacer este tipo de contratos, tanto por la inversión económica innecesaria que supone un cuadro al óleo, como lo innecesario de priorizar este tipo de gastos por encima de otras necesidades que tiene Leganés en este momento".
Ante la polémica suscitada, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Leganés, ha decidido suspender este encargo y, de momento, no habrá más retratos que se sumen a los de los anteriores alcaldes democráticos hasta el 2007 que cuelgan en el salón de eventos del consistorio pepinero.