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Eloy Ramos: “el nuevo comedor es un regalo que nos ha venido”
El párroco Eloy Ramos nos cuenta cómo se ha gestado este proyecto gracias a la aportación de voluntarios y sin ayuda de ninguna institución

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El nuevo comedor parroquial Caritas Humanes abrirá en poca semanas.

Humanes de Madrid |

Hace más de una década, el párroco Eloy Ramos, junto a Julia Blanco y a una treintena de voluntarios consiguieron abrir el comedor parroquial Caritas de Humanes para atender a todos los vecinos y vecinas de la localidad que tuvieran dificultades.

Se establecieron en unos pequeños locales donde todos los días, desde entonces, han dado de comer a más de 200 familias que se fueron incrementando, sobre todo, en los peores momentos de la pandemia. Hacen una media de 30 o 40 comidas diarias para aquellos que no tienen siquiera ni un lugar donde vivir. Y también reparten productos básicos de primera necesidad a todos aquellos que lo precisen.

En pocas semanas, esos viejos locales, que dificultan la tarea de los voluntarios, pasarán a ser un mero recuerdo ya que estrenan nuevas instalaciones que se encuentran frente a la Parroquia San Pedro Apóstol de Humanes de Madrid. Eloy nos muestra con orgullo como es el nuevo almacén, la cocina y el resto de estancias que califica como “un regalo que nos ha venido”.

En una entrevista para Televisión Digital de Madrid, el párroco nos explica las dificultades que han ido viviendo desde que decidieron abrir un local “que era muy pequeño y en muy malas condiciones” para ayudar a las familias que más lo necesitaban. En el antiguo emplazamiento han estado “15 años ayudando a diferentes personas pero que se convirtió en comedor cuando vinieron las necesidades y hubo una avalancha de personas que pedían ayuda alimenticia. Se hacía una cola tremenda”, recuerda Eloy Ramos.

Pero, en momentos de dificultades, es cuando muchas personas a nivel particular y empresas demuestran su solidaridad y así ocurrió “empezaron a colaborar con nosotros empresas que nos donaban alimentos”. En ese tiempo, surgió la figura de la que es el alma de todo el proyecto, Julia Blanco Salgado, “ella tiene unas cualidades fenomenales, sabe tratar a la gente y tiene una profunda fe cristiana, evangélica, y es un regalo para todos nosotros”, se deshace en elogios el párroco.

Gracias a Dios -prosigue el párroco- podemos pensar que se ha estado atendiendo a unas 200 familias, gracias a la generosidad. Y la ayuda no solo ha llegado a Humanes sino que hemos podido distribuir alimentos en otros puntos de Madrid como Griñón, El Escorial, Vallecas, Fuenlabrada, porque recibimos tanto que debemos compartir para que no se estropeen los alimentos”.

Colaboración de empresas

Lo cierto es que, el comedor parroquial, que mucha gente conoce como el comedor de Julia, siempre ha contado con la colaboración de las empresas. Así, por ejemplo, en mayo del 2020, en las peores semanas de la pandemia recibieron una donación de más de 3.200 kilos de productos de primera necesidad de Mercadona.

La Caixa también ha sido otra de las instituciones que siempre ha puesto su ‘granito de arena’. Eloy Ramos recuerda que “ellos nos financiaron el proyecto inicial que era de 7.000 euros, pero nos dieron 21.000 euros lo que nos permitió comprar la cocina, el menaje, etc”.

El Ayuntamiento de Humanes, por el momento, no ha puesto ni un euro para que salga adelante este comedor

Sin ayuda del Ayuntamiento

Lamentablemente, no todas las organizaciones están dispuestas a ayudar en una causa tan noble como necesaria. Así, el párroco nos cuenta que el Ayuntamiento de Humanes, por el momento, no ha puesto ni un euro para que salga adelante este comedor. “Ellos están enterados del proyecto, pero parece ser que había una bancarrota tremenda y no hemos recibido nada. Hace un año decidieron aprobar una ayuda, pero nada, no ha llegado nada. En un reciente pleno, parece que pidieron una subvención anual de 5.000 euros para el comedor y otros 6.000 euros para la edificación, pero está en trámite y aún no nos ha llegado”. Si destaca Eloy que “de forma individual sí ha habido colaboración, pero nada institucional”.

En el pleno del 3 de julio del año 2020, el Grupo Municipal Socialista presentó una moción para que se implicara el Ayuntamiento en el sostenimiento de este Comedor Social “entendemos que una labora fundamental de cualquier Ayuntamiento es velar y garantizar la subsistencia de todos y todas las vecinas”. Dicha moción nunca se ha llegado a hacer realidad.

Los voluntarios, lo mejor

Pero por encima de todo, Eloy Ramos destaca el trabajo de los voluntarios “lo mejor del comedor son ellos, porque no hay ningún suelto, todos son voluntarios. Es verdad que la mayoría de ellos son necesitados y disfrutan de lo que necesitan igual que todos. Es maravilloso, hay algunas personas que trabajan cinco o seis días a la semana y sin sueldo. El obispo no lo podía creer, hay gente que trabaja a tiempo completo, por la mañana de lunes a sábado, pero también atendemos para el domingo, por las noches, que no solamente es la comida. Los que no tienen donde cocinar se les da ahora tuppers pero ahora pensamos que algunos podrán nuevamente comer en el comedor”.

Ahora, cuenta el párroco, en las nuevas instalaciones, “nuestro objetivo es hacer lo que veníamos haciendo, pero facilitando el trabajo a los colaboradores porque está todo más mecanizado. Antes, por ejemplo, nos dejaban los palés de alimentos en la calle y había que pasarlos a mano al almacén, y en el nuevo sitio los pueden pasar directamente”.

El edificio tiene una superficie de 208 metros cuadrados, de los que 108 lo ocupa el gran almacén. El resto se divide en estancias de comedor, cocina, despensa, lavadero y un despacho. Además, hay dos baños, uno para los colaboradores y otro, para los que acuden a comer, completamente adaptado e incluso con ducha.

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