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¿Tienes peces? ¡Cuidado con esta enfermedad!
Te contamos las claves para prevenir su proliferación e identificar los síntomas de manera precoz
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El punto blanco es una de las enfermedades más comunes que pueden contraer los peces de acuario. Se trata de una dolencia provocada por un parásito que puede ocasionar graves daños en la piel y el sistema respiratorio, llegando a causar incluso la muerte.

Te contamos las claves para prevenir su proliferación e identificar los síntomas de manera precoz.

El mantenimiento de un acuario en las condiciones óptimas de limpieza, temperatura, población de peces y parámetros fisicoquímicos del agua, así como ofrecer una alimentación adecuada y equilibrada, son dos de las principales claves para evitar este tipo de enfermedades.

Expertos en la materia aseguran que aunque no hayan llegado a desarrollar la enfermedad, prácticamente todos los peces de acuario han estado alguna vez en contacto con el parásito que la provoca: ichthyophthirius multifiliis. Los factores que merman las defensas podrían explicar la mayor probabilidad de contagio.

Aunque el punto blanco se puede tratar de forma exitosa, como primer paso debemos trabajar en la prevención

Entre los síntomas que deben hacer saltar nuestras alarmas, se encuentra como más característico la aparición de pequeños puntos blancos en la piel de los peces y, sobre todo, en la zona de las branquias. Para intentar reducir las molestias que estas manchas les generan, pueden mostrarse mucho más activos, frotando su cuerpo contra la grava del acuario, los elementos decorativos o incluso las paredes.

El ciclo completo de este parásito tiene una duración de entre 4 días y varias semanas, según las condiciones de temperatura que se den en el agua. Por ello, cuando la enfermedad haya sido detectada, uno de los primeros pasos a seguir es subir el calor del agua de manera progresiva hasta los 30ºC, lo que contribuirá a acelerar el ciclo de vida del parásito y acabar con él lo más rápidamente posible.

Además, existen distintos tratamientos que se pueden administrar en el agua para combatirlo, siempre siguiendo las pautas del fabricante, que deberán indicar la dosis adecuada para el volumen de agua y número de peces.

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