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El último cartel diseñado por la Comunidad de Madrid para concienciar sobre los riesgos de la pornografía digital ha llegado también al debate de la Asamblea de Madrid. Tras varios días de críticas hacia un "mensaje directo", la consejera de Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha defendido esta campaña casi replicada por el propio Ministerio de Igualdad.

Dávila ha recordado que el objetivo de esta medida, que se suma a otras ya puestas en marcha para la protección de las mujeres y de la infancia, persigue recordar el peligro de “la pérdida del control sobre lo que se comparte”, así como la “normalización del sexo como producto y la banalización del consentimiento”. Desde la sextorsión hasta el grooming (acoso sexual a menores), estas prácticas constituyen un delito de violencia digital cada vez más frecuente.

Es más, el proyecto "Stop Monstruos" de YMCA, recuerda que tan solo en 2024 se produjeron cerca de 600 delitos de grooming en España, además, apenas un 2% de los menores que sufren extorsión se atreven a denunciarlo.

En este sentido, la consejera madrileña sostiene que, aunque la pregunta que plantea el cartel sea directa, al igual que la imagen, "uno de cada tres adolescentes comparte imágenes íntimas", por lo que se necesitan campañas a la altura de la gravedad de las circunstancias. "Con esta campaña lanzamos un mensaje claro, una vez que compartes una imagen, pierdes el control sobre ella. Les decimos a los jóvenes que cuidar la intimidad no limita, les protege", incide Dávila.

Así mismo, la gestora recuerda que el propio Ministerio de Igualdad acaba de firmar un nuevo Pacto de Estado contra la violencia de género donde recoge, entre todas las medidas, "Ofrecer información a la juventud sobre el uso adecuado y crítico de Internet y las tecnologías de la comunicación enfocada especialmente a la protección de la privacidad y prevención de los ciberdelitos de género". (Pnto. 416.) "Continuar realizando campañas de información y prevención de la violencia digital, así como de sus consecuencias". (Pnto. 418.)

De esta manera, se confirmaría que la Consejería encargada está acometiendo lo dictado por el Ministerio.