Hoy celebramos el Día Universal del Niño y, a pesar de que dedicarle un día a los niños y niñas del mundo no resuelve los conflictos en los que se ven envueltos, recordar que todos los pequeños del planeta deberían ver garantizados su salud, educación y protección sirve de llamamiento sobre estas necesidades de los más dependientes.
El primer paso para velar por la integridad de los niños es conocer sus derechos y por eso, te dejamos diez fundamentales:
Conocer los derechos es primordial para promover que se cumplan
Todo niño tiene derecho a no ser discriminado por cualquier motivo. No importa su raza, sexo, idioma, religión, nacionalidad o posición social y económica. Ninguna de las condiciones de su nacimiento o de su familia deben ser un impedimento para hacerles de menos.
Las normativas nos influyen a todos y es importante tener en cuenta a la ciudadanía, pero en especial a este colectivo tan dependiente. Cualquier decisión, ley o política que se tome que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para el niño.
La educación no debe ser un privilegio, sino un elemento común a todos los menores que los posicione en el mismo lugar. Todo niño debe poder recibir una educación gratuita y obligatoria hasta ciertas etapas elementales. El interés superior del niño rige también este derecho, enseñándoles un sentido de la responsabilidad moral y social mientras desarrollan sus aptitudes y alcanzan una cultura general que les de igualdad de oportunidades.
Los más pequeños tienen que gozar de una seguridad especial que se les otorgue tanto a través de servicios públicos con una legislación apropiada como por otros medios. Todas estas medidas deben garantizar una evolución física, mental, moral y social conveniente.
En el mundo de la especulación donde los pisos son inversiones de futuro o propiedades de bancos parece que esto es una utopía. Sin embargo, hace mucho tiempo que la vivienda digna se estableció como un derecho fundamental para todos los ciudadanos y eso incluye, en especial, a los niños, por su condición de menor independencia. Asegurarse de que disponen de una casa en la que crecer y sentirse protegidos es más que necesario.
La infancia es una etapa especialmente sensible para el desarrollo y crecimiento de los niños lo que aumenta la necesidad de garantizar el número necesario de comidas. Será competencia del Estado garantizarla en ausencia de los padres o tutores que puedan proporcionarla.
El niño debe poder beneficiarse de una atención médica de calidad y no depender de su posición social o económica, ni ningún otro tipo de condicionante para asegurarse los cuidados sanitarios.
Todo niño tiene derecho desde su nacimiento a disponer de un nombre y una nacionalidad propia que les de identidad.
No se puede arrebatar a un niño el derecho a serlo durante su infancia y para ello es imprescindible garantizar tiempo para el ocio y actividades culturales. Desde pequeños el recreo forma parte del rol de los niños.
Contar con una discapacidad física o mental no debería ser un impedimento para gozar de los derechos fundamentales de ninguna persona. Sin embargo, como en los casos anteriores, los menores necesitan una especial atención. Hay que asegurarse de que disfrutan de sus derechos y libertades en igualdad de condiciones que el resto de la sociedad.
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