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El consejero de Digitalización visita el futuro Centro de Control de Alcobendas
Cuenta con uno de los diez captadores volumétricos de la red de vigilancia del polen atmosférico de la región
Alcobendas |

La Comunidad de Madrid ha optimizado un 25% la fiabilidad de la predicción de los niveles de polen gracias a un sistema que utiliza Inteligencia Artificial (IA). El consejero de Digitalización, Miguel López-Valverde, ha explicado, durante su visita al futuro Centro de Control de la Ciudad del Ayuntamiento de Alcobendas, que esta tecnología “permite a los profesionales de la salud realizar un análisis más riguroso de la situación y ofrecer una información más precisa a los ciudadanos”.

López-Valverde ha detallado que esta herramienta es una actualización de los modelos de pronóstico que se usaban hasta ahora, desplegando un método automático que permite detectar todos los tipos polínicos. “Esto supone enormes beneficios para el trabajo de los sanitarios, ya que les libera de tareas manuales de recogida y cálculo de cifras, que se hacían antes con medios tradicionales”, ha apuntado.

La IA es muy importante para “abordar los retos de la sociedad actual y está transformando la manera en la que trabajamos, abriendo nuevas posibilidades para mejorar la eficiencia y la productividad”, ha añadido, para elogiar a continuación la construcción del nuevo Centro de Control de Alcobendas, que complementa la estrategia del municipio de cara a definir los objetivos, actuaciones e hitos necesarios para impulsar la gestión basada en datos.

Esta localidad cuenta con uno de los diez captadores volumétricos de la red de vigilancia del polen atmosférico de la región, que se realiza a través de un muestreo ininterrumpido los 365 días del año.

Datos abiertos para el ciudadano

La Comunidad de Madrid también ofrece a los ciudadanos cifras e informes relacionados con la calidad del aire. Para ello, dispone de medidores en una treintena de municipios que miden los diferentes contaminantes en el ambiente, especialmente aquellos que tienen una mayor incidencia en la salud, como el dióxido de nitrógeno (NO2), ozono troposférico (O3) y partículas en suspensión.

A través de la página web Datos Abiertos, las personas interesadas pueden observar en un mapa interactivo la situación de su zona, con gráficos que determinan el nivel alcanzado y la incidencia que puede tener en el ciudadano. Además, permite acceder a recomendaciones sanitarias en este sentido.