Uno de los asuntos que más ocupa y preocupa al equipo de Gobierno municipal es el de la movilidad, dentro de Boadilla y para salir del municipio. La transformación urbanística que se ha producido en los últimos años ha llevado aparejado un aumento de población y una elevada densidad de tráfico, especialmente en algunas zonas.
Desde hace años, el Ayuntamiento está impulsando medidas para intentar paliar esta situación e impulsar una mejora en las conexiones. Pero nuestras competencias son a veces limitadas y es necesario que otras administraciones estén dispuestas a acometer esas medidas.
Hace poco supimos, por ejemplo, que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no tiene entre sus planes construir el tercer carril en la M-50 a su paso por Boadilla, tal como el Ayuntamiento ha solicitado en numerosas ocasiones para paliar los atascos que a diario soporta la vía.
No obstante, desde nuestras competencias, hemos llevado a cabo en los últimos años actuaciones importantes, como la conexión entre Viñas Viejas y El Encinar, sobre la M-50, la construcción de la rotonda de la M-513 a la altura de Olivar de Mirabal o el acceso directo de la misma vía con la avenida Isabel de Farnesio.
El Plan de Movilidad que hemos aprobado recientemente contempla otras actuaciones en el viario que ayudarán a solucionar algunos de esos problemas, entre las que figuran el acceso de la M-513 a la M-50, en los dos sentidos, el desdoblamiento de la M-513 entre la glorieta de la M-50 y la glorieta de la intersección de la M-513 con la avda. de El Pastel, la conexión entre la M-513 y la M-516 sentido norte o ramales de salida directos desde la M-50 a la M-516, en la glorieta del Oso Verde y desde la avenida Condesa de Chinchón a la M-501.
Trabajamos incansablemente desde el Ayuntamiento y en conexión con otras administraciones
Pero, sin duda, una de las obras que resultará más decisiva para aliviar el tráfico en la zona, cuyo proyecto ya está en licitación, es el soterramiento parcial de la M-513 en la glorieta que une el sector B con Olivar de Mirabal (concretamente las avenidas Condesa de Chinchón y Monte Segovia) junto al desdoblamiento de 1100 metros de la M-513, hasta la M-50.
Los proyectos presentados deberán contemplar además la construcción de una nueva rotonda en la prolongación de la avenida Condesa de Chinchón, la adecuación urbanística del entorno para facilitar la comunicación entre sectores y la realización de conexiones directas y fluidas con la M-513 y la M-50.
En definitiva, trabajamos incansablemente, desde el Ayuntamiento y en conexión con otras administraciones, para aliviar aquellos problemas que más afectan a los vecinos, con el fin siempre de mantener la magnífica y reconocida calidad de vida que ofrece Boadilla.