La Plataforma Vecinal Dehesa Viva ha manifestado su profunda preocupación ante lo que considera "un proceso urbanístico precipitado, opaco y carente de garantías", en relación con el proyecto de reparcelación del Cerro del Baile, aprobado inicialmente por el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, con el Partido Popular a la cabeza.
El desarrollo contempla la construcción de más de 3.600 viviendas junto a la Dehesa Boyal, un enclave natural de gran valor ecológico, social y cultural para el municipio. Según la Plataforma, el proyecto se está impulsando sin estudios ambientales actualizados ni cauces efectivos de participación ciudadana, lo que pone en duda la legitimidad y la solidez jurídica de la tramitación.
“Todo parece indicar que el equipo de gobierno ha decidido acelerar los trámites con una preocupante falta de transparencia, dificultando el acceso a la información y limitando las garantías para la participación pública”, ha declarado una portavoz de Dehesa Viva.
Desde la organización recuerdan que ya en 2024 alertaron sobre la existencia de campañas de comercialización anticipada de viviendas que aún no contaban con los permisos ni aprobaciones definitivas, una práctica que calificaron entonces como irresponsable y engañosa para la ciudadanía. Ahora, aseguran, la situación se agrava con una tramitación exprés, escasa difusión institucional del periodo de alegaciones, y la ausencia de una voluntad política real de abrir un debate sobre las consecuencias del modelo urbano que se está promoviendo.
“Nos preocupa que el proceso esté diseñado para silenciar el disenso y favorecer intereses económicos particulares, sin respetar principios básicos de legalidad, sostenibilidad y participación ciudadana”, ha añadido la portavoz de la plataforma ciudadana.
A esta denuncia se suma la falta de estudios actualizados sobre el impacto del desarrollo previsto en el equilibrio climático, los recursos hídricos, el tráfico o la biodiversidad local, especialmente considerando la cercanía del sector urbanizable con la Dehesa Boyal. Todo ello —advierten— “podría acarrear graves consecuencias irreversibles para el municipio si no se frena a tiempo.”
Frente a esta situación, Dehesa Viva y varias asociaciones vecinales han comenzado a coordinar esfuerzos para articular una respuesta colectiva. Ya están impulsando una campaña de alegaciones al plan, así como otras acciones dirigidas a evitar su implementación en su forma actual. Entre ellas se plantean iniciativas informativas, actos públicos y eventuales impugnaciones administrativas y legales si persisten las irregularidades detectadas.
“La ciudadanía tiene derecho a participar de forma real y no decorativa en los procesos de transformación urbana, y máxime cuando este desarrollo no aparece en la agenda urbana de la que tanta propaganda hace el gobierno. No se puede construir el futuro de Sanse a espaldas de sus habitantes ni destruyendo su patrimonio natural”, concluye la portavoz.
La Plataforma ha reforzado sus canales de asesoramiento, poniendo a disposición del vecindario materiales explicativos, modelos de alegaciones y acompañamiento personalizado. También mantiene una presencia activa en redes sociales para canalizar dudas y facilitar la organización comunitaria frente a un proyecto que, insisten, aún puede y debe revisarse en profundidad.