Vaya últimos lunes que llevamos, muere el Papa, apagón Nacional y el último parón en los trenes de alta velocidad de la zona sur de España deja a miles de viajeros tirados. ¿Qué será lo próximo? ¿Quizás una visita de los extraterrestres? ¿Aparición del nuevo Mesías? O, por qué no, en julio una nueva convocatoria de Elecciones. Pensaba que después de la pandemia, de las lluvias torrenciales y que el Fuenlabrada subiera a Segunda División, había visto todo, pero no.  Todavía tenía que ver el, literalmente, no ver durante algunas horas, quedarme incomunicado y entender que perder toda "luz" puede llevar a la parálisis a todo un país, que pasada una semana aún no ha dado una explicación firme de que pasó y si podría volver a pasar.

Habrá nuevo Papa en unos días, los trenes volverán a funcionar y la luz ha vuelto, pero ¿volveremos a sufrir un apagón? ¿Sabremos que ha pasado? Lo que sí le podré decir a mis nietos es que ya hemos tachado varios retos o problemas que hace unos años considerábamos puro alarmismo. Eso sí, espero que, al menos, todo esto nos haga más fuertes, sensatos y que dejemos de llegar a soluciones a base de acusaciones, enfrentamientos y sobre todo solucionar los problemas a tiros y golpes.

Por seguir remontándome a estos hechos históricos. Todavía tengo muy presente el lunes de después de Semana Santa, cuando saltaba la tan ya esperada pero triste noticia: Fallecía el Papa Francisco tras un tiempo enfermo y con bastante problemas de salud. Ahora, ya han elegido al nuevo cabeza de la Iglesia, aunque espero que dure algo más que el anterior, porque suelen elegir a cardenales bastante longevos.

Quizás tendrían que mirar esa cuestión para que el máximo representante de la Iglesia Católica permanezca más en ese puesto. Ójala el elegido pueda seguir la estela que Francisco delimitó.