Mónica García ha presentado el que podría ser su gran proyecto en esta legislatura, la Ley para el control del consumo de tabaco o, mejor dicho, la Ley Antitabaco. La ministra de Sanidad ahora pretende adueñarse incluso de los espacios públicos, prohibiendo a la gente fumar en todos lados, menos en sus propias casas, de momento. Mónica, esto es signo de una pequeña metástasis dictatorial, ¿te lo has mirado?

La jarra de agua fría llegó el pasado martes tras el Consejo de Ministros. García era la encargada de exponer los puntos fuertes de este decreto, y se apoyó en las cifras de mortalidad para dar peso a su discurso. "El tabaco se lleva la vida de 140 personas en nuestro país cada día", apuntaló la ministra, dejando aparentemente claro que su idea era arrasar con la industria tabaquera. Mucha suerte Mónica. 

Lo que no mencionó nuestra madre, médico y ministra es que las drogas que ella pretende legalizar se llevan miles de personas más. Hay que tener en cuenta que para hacer el cómputo de estos fallecimientos hay que acudir a los datos de mortalidad incluidos en la rama de la salud mental, entre ellos, el suicidio, pues estas sustancias y sus efectos secundarios están directamente relacionados con intentos autolíticos y otras verdaderas desgracias.

Así lo han plasmado durante años diferentes estudios, entre ellos, el elaborado por científicos de Guantánamo en el que aseguran que "el consumo de drogas es considerado un elemento favorecedor de las conductas suicidas. En la medida que aumenta la frecuencia, la intensidad, tiempo de consumo y la coexistencia con otros trastornos mentales, también se incrementa la probabilidad de un comportamiento violento hacia sí mismo". Valdevila-Figueira JA, Ruiz-Barzola O, Orellana-Román C, et al. Conducta suicida y dualidad en trastornos por consumo de sustancias en drogodependientes ecuatorianos. RIC. 2021;100(5):1-15.

La Asociación Mundial de la Salud también se ha pronunciado en varias ocasiones en este respecto. En la 43º Asamblea celebrada en Malta en 1991, elaboraron una declaración sobre el suicidio en adolescentes, donde reflejaron algunos factores que inducían a ello:  "Trastornos afectivos, trauma, aislamiento emocional, baja autoestima [...] abuso de drogas y alcohol". Aquí están, otra vez, dichosas sustancias que nuestra ministra intenta legalizar, pero las cuales se escapan incluso a su propio control.

También podemos leer artículos muy interesantes en la página de la Sociedad Científica Española del Estudio sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías. En uno de estos escritos sobre el consumo de sustancias como factor de riesgo de suicidio, dilucidan que "el suicido es la primera causa de muerte en personas con trastorno por sustancias".

Suma y sigue, los estudios que giran en torno al consumo de drogas y sus efectos son innumerables. El número de muertes relacionadas con las mismas es espeluznante. No obstante, parece que García no ha podido acceder a ninguno, porque quiero recordar que en febrero de 2024, Sanidad inició los trámites para desarrollar un Real Decreto para regularizar el cannabis. Además, su formación en Madrid, Más Madrid, quiere ampliar el debate para blanquear otras sustancias, eso sí, "de manera controlada".

Mientras tanto, los trabajadores de su partido fumando en el patio de la Asamblea y, en ocasiones, tirando las colillas al suelo, caigan donde caigan.

En fin.